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Despedidas por no poder conciliar sus trabajos con el ciudado de sus hijos enfermos de cáncer

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CIU ha presentado una proposición no de ley para que los padres de niños con cáncer puedan pedir la baja laboral

Susana López y Claudia Moreno son madres de niños con cáncer. 

Ambas han perdido su trabajo al no poder compaginarlo con la atención que requería la enfermedad de sus hijos.

La reciente proposición de ley que CiU ha registrado en el Congreso de los Diputados, por la que se insta al Gobierno a permitir que, cuando un niño tenga cáncer, uno de sus padres pueda pedir un permiso retribuido para su ciudado, pretende evitar situaciones como las que ellas han vivido.

Tanto Susana como Claudia coinciden en afirmar que es muy difícil afrontar una enfermedad como esta y todo se complica aún más cuando te quedas sin trabajo.

"Me dieron una baja por depresión"

Susana López está separada y vive en Madrid con sus  dos hijos: una niña de 14 años y Óscar de ocho. En  febrero de 2009 diagnosticaron a Óscar leucemia linfoblástica  aguda, tras salirle unas manchas en la piel. "Yo pensaba que  era algún tipo de reacción alérgica", explica Susana.

El niño está recibiendo tratamiento de quimioterapia en el Hospital  Gregorio Marañón de Madrid y ha tenido algunas complicaciones  porque entró en coma y le han quedado algunas secuelas.

Al igual que en el caso de Claudia, cuando Susana comunicó su  situación en el trabajo, no le pusieron ningún problema. En su caso, el  médico de cabecera le dio una baja por depresión.

La empresa me ofreció arreglar todos los  papeles para cobrar el paro, pero sin indemnización

Pero pronto le llegaron malas noticias. "En noviembre de 2009 la  empresa me ofreció arreglar todos los papeles para cobrar el paro, pero  sin indemnización", afirma Susana, quien se negó y pudo conseguir que la  empresa accediera a que siguiera con la baja.

A los 18 meses se le agotó la baja por depresión que le había dado su  médico de cabecera y Susana se reincorporó al trabajo. Pero, "no pude  compaginar el trabajo con la enfermedad de Óscar", comenta Susana.

Finalmente, la empresa decidió tramitar su despido hace un  mes y podrá cobrar la prestación por desempleo durante 14  meses.

Susana reconoce no saber qué hacer cuando se le agote el paro porque  "es difícil encontrar un trabajo que se adapte a la necesidad que  tengo", explica.

Tras un año de baja llegó el despido

Claudia Moreno es madre soltera. Aunque es de Colombia vive en España desde hace nueve años y reside con Sebastián, su único hijo, en Molina de Aragón (Guadalajara).  

Sebastián tiene 14 años y fue en noviembre de 2008 cuando le detectaron un linfoma no hodgkin linfoblástico. El niño fue trasladado al Hospital Ramón y Cajal en Madrid.

Claudia comunicó la situación a la empresa y el médico de cabecera le dio una baja por ansiedad.

Al principio no hubo problemas, pero cuando sólo había pasado un mes desde que le detectaron la enfermedad a Sebastián, recibió una llamada de su jefe para decirle que fuera a firmar los papeles que le permitían cobrar el paro.

Claudia se negó. "Yo no sabía cuánto iba a durar la enfermedad de mi hijo", explica Claudia.

La empresa dejó de pagarle y en febrero de 2009 se vió obligada a denunciarles.

Fui a ver a mi jefe para comunicarle que me reincorporaba y me dijo que ya no era bienvenida en la empresa

Cuando finalizó el tratamiento de su hijo, Claudia quisó volver a su puesto de trabajo.  "Fui a ver a mi jefe, acompañada por mi hijo, para comunicarle que me reincorporaba al trabajo y me dijo que ya no era bienvenida en la empresa", lamenta.

Un accidente de tráfico obligó a alargar la baja de Claudia, hasta que finalmente perdió el trabajo. "Cuando iba a cumplirse un año desde que llevaba de baja me llegó la carta de despido", afirma.

Tras algunas complicaciones en marzo de este año, Sebastián tuvo que comenzar de nuevo todo el proceso del tratamiento y esta misma semana ha recibido un trasplante de médula.

"Estoy en una situación límite porque en un mes se me acaba el  paro y no sé cuánto tiempo durará la enfermedad de mi hijo",  afirma  Claudia.

No hay ayudas públicas

Tanto Claudia como Susana quieren agradecer el apoyo que han recibido de diferentes asociaciones ya que hacen que todo sea un poco más fácil.

Susana valora el trabajo que realiza la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (FEPNC) ya que "es muy importante para nosotros y para nuestros niños". Además recuerda que "necesitamos ayudas porque esta situación no es fácil".

Por su parte, Claudia agradece la ayuda que recibe de la Asociación de Familias de Niños con Cáncer de Castilla La Mancha (AFANION). "Durante los tres primeros meses de la enfermedad de Sebastián me brindaron ayuda económica", explica.

"Me pagan una serie de los gastos. Seis euros diarios por transporte y nueve euros para comida", añade Claudia. Además ofrecen ayuda psicológica y Sebastián dispone de una profesora particular.

Apoyan la propuesta de CiU

"Me parece fenomenal la propuesta de CiU. Yo ya no puedo acogerme a ella, pero me gustaría que otros padres no tuvieran el mismo problema que yo", afirma Susana.

Por su parte, Claudia comenta que "me parece muy bien que familias que empiecen una sitúación así reciban esta ayuda porque esto es algo muy difícil de asimilar psicológicamente".