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Las pruebas de resistencia en el pozo de petróleo de México se prolongan 24 horas

  • Las pruebas podrían continuar para obtener datos más concluyentes
  • La duración prevista de las pruebas era incialmente de 38 horas

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Los resultados provisionales de las pruebas de resistencia en el pozo de petróleo averiado en el Golfo de México apuntan a que no hay fugas, afirmó hoy BP, que pese a todo los ensayos en busca de datos más concluyentes se prolongarán 24 horas.

Inicialmente, la duración prevista de las pruebas era de 48 horas, que concluyen hoy en torno a las 19.30 GMT.

Esos exámenes buscan determinar si la estructura del pozo está en buenas condiciones y resiste la campana de contención instalada hace una semana o si hay alguna fisura no detectada por la que se filtre petróleo en el lecho marino.

Kent Wells, el vicepresidente de BP, la empresa responsable del vertido, apuntó hoy en una rueda de prensa telefónica la posibilidad de que ese periodo de pruebas se extienda.

El coordinador federal de las tareas de lucha contra el vertido, el almirante estadounidense Thad Allen, será el encargado de decidir, puntualizó el ejecutivo.

Trasvasar el petróleo a barcos

La presión es hoy de 6.745 psi (472 kilos por centímetro cuadrado), ligeramente superior hoy a la detectada el viernes, cuando llegaba a los 6.700 psi (471 kilos por centímetro cuadrado).

Esa cifra se encuentra por debajo de lo que esperaban los expertos, 7.500 psi (526 kilos), pero por encima de los 5.000 psi (351 kilos por centímetro cuadrado) que delatarían sin lugar a dudas la existencia de una fuga.

Wells subrayó que los 6.700 psi se encuentran dentro de la horquilla que manejaban los expertos y la presión continúa subiendo, si bien muy gradualmente.

Entre otras cosas,  BP quiere determinar con exactitud la naturaleza de unas burbujas que se han detectado saliendo de una válvula en lo más alto de la campana de contención y que podrían ser gas natural.

Según Wells, esas burbujas son algo "bastante normal" y podrían ser simplemente nitrógeno.

BP asegura que ha dejado de fluir crudo en el Golfo de México

Todavía no se ha tomado, declaró Wells, ninguna decisión acerca de cómo proceder una vez concluyan las pruebas, si se opta por mantener el pozo cerrado o se reabre.

En este último caso, la campana de contención se emplearía para trasvasar el petróleo que manara del pozo a barcos de carga en la superficie marina, que tendrían una capacidad total de 80.000 barriles.

BP cerró el jueves las aberturas de la campana, con lo que por primera vez desde el comienzo del derrame dejó de manar crudo al Golfo de México.

Lodo pesado y cemento para sellar

Pese a la alegría motivada por el anuncio, tanto BP como el Gobierno estadounidense llamaron a la cautela al indicar que el cierre del pozo no implicaba que el problema se hubiera solucionado.

El propio presidente estadounidense, Barack Obama, indicó el viernes que el cierre del pozo representaba "una buena noticia" pero llamó a la cautela al indicar que "no quisiera que nos precipitáramos".

Los científicos calculaban que hasta el cierre del pozo, anunciado este jueves, manaban entre 35.000 y 60.000 barriles diarios.

Pase lo que pase con los resultados de las pruebas, BP y el Gobierno estadounidense enfatizan que la campana de contención no es en ningún caso la solución definitiva.

Esta llegará una vez que se termine de perforar un pozo auxiliar a través del cual se inyectará una mezcla de lodo pesado y cemento que sellará definitivamente el pozo averiado.

Las obras del pozo auxiliar se encuentran un poco más avanzadas de lo previsto y podrían estar concluidas para finales de este mes, pese a que se suspendieron como medida de precaución al comenzar las pruebas, por si la estructura del pozo se veía perjudicada.

En la actualidad, ese pozo se encuentra ya a tan sólo treinta metros del punto de encuentro previsto con "Macondo", el pozo averiado.

El vertido comenzó después de que el 20 de abril, por causas que aún se desconocen, estallara y se hundiera posteriormente en el mar la plataforma petrolera "Deepwater Horizon", gestionada por la petrolera BP, en un incidente en el que murieron once trabajadores.