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La ex contable de la dueña de L'Oréal se retracta de sus acusaciones contra Sarkozy

  • La Policía le ha interrogado por los 'sobres' entregados a la campaña de Sarkozy
  • Dice que sus palabras sobre el dinero dado con anterioridad son "ficción"

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Claire Thibout, la ex contable de Liliane Bettencourt, heredera de L'Orèal y mujer más rica de Francia,  se ha retractado parcialmente de sus declaraciones en las que desvelaba que la multimillonaria había financiado ilegalmente con 150.000 euros la campaña electoral que llevó a Nicolás Sarkozy al Elíseo en 2007, según ha adelantado Le Monde.

Lo ha hecho al ser interrogada por la Brigada de Lucha contra la Delincuencia en la tarde del pasado miércoles, después de que la Fiscalía decidiese abrir una investigación preliminar sobre los hechos que denunciaba.

El interrogatorio se ha producido en el sur de Francia, donde Thibout había huido para refugiarse con su familia tras el escándalo que causaron sus palabras a la página web Mediapart.

En esa entrevista, Thibout explicaba que el 26 de marzo de 2007 Patrice de Maistre, la persona encargada de gestionar la fortuna de Lilian Bettencourt, había pedido la retirada de 150.000 euros en efectivo para que fuesen enviados al actual ministro de Trabajo, Eric Woerth, para financiar la campaña de Sarkozy.

Maistre habría retirado 50.000 mientras que los otros 100.000 habrían sido retirados en Suiza.

En su declaración ante la Policía, la ex contable ha confirmado la retirada de 50.000 euros por parte de sus empleadores, pero ha negado que la fecha fuese el 26 de marzo de 2007.

Por su parte, el abogado de Liliane Bettencourt, Georges Kiejman, ha subrayado que la retirada de efectivo evocada por la contable no estaba destinado a Woerth.

En cuanto a los detalles de sobres entregados a Nicolas Sarkozy cuando era alcalde de Neuilly, la contable aseguró a los policías que sus comentarios fueron "ficción".  Mediapart ha respondido que las declaraciones de Claire T. han sido cuidadosamente transcritas y se hicieron ante testigos.

Las palabras de la ex contable han colocado a Sarkozy en la situación más incómoda desde que llegó al Elíseo, con un clamor casi unánime entre la prensa y la oposición para que dé más explicaciones sobre su relación con los Bettencourt y acelere su anunciado cambio de Gobierno para el próximo mes de octubre.