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Un jurado popular declara culpable al parricida confeso de Albolote (Granada)

  • El veredicto ha sido adoptado por unanimidad del jurado
  • Le consideran de matar "intencionadamente" a sus padres con una azada
  • Una discusión familiar originó la tragedia

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Un jurado popular ha declarado este miércoles culpable de dos delitos de homicidio al hombre que se declaró culpable de la muerte de sus padres en Albolote (Granada).

El veredicto ha sido adoptado por unanimidad del jurado, que considera al acusado, E.A.P., de 48 años, culpable de haber dado muerte "de forma intencionada" a sus padres con una azada y un hierro en el cortijo de Albolote donde residía el matrimonio.

En su decisión, el jurado, que entiende que no deben concederse al parricida beneficios de la condena, ha tenido en cuenta como "elementos convincentes" la confesión del acusado y el relato de los hechos.

Tras el veredicto del jurado, el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Granada ha quedado visto para sentencia.

La Fiscalía rebajó de 34 a 24 su petición de cárcel

En la sesión de este martes, la Fiscalía rebajó de 34 a 24 años de cárcel su petición de pena para el acusado por dos delitos de homicidio, en lugar de asesinato como solicitaba inicialmente.

Durante el juicio, el acusado dijo que "jamás en la vida" quiso hacer daño a sus padres y pidió perdón a sus hermanos, "los únicos que están padeciendo esto".

El procesado asumió el relato de los hechos de la Fiscalía, según el cual todo ocurrió una mañana de agosto de 2009, cuando el acusado acudió a la casa de sus padres, un cortijo de Albolote (Granada), junto a su hija y el novio de ésta para recoger unos materiales de construcción y devolver unos regalos que las víctimas habían hecho a su nieta porque la relación estaba "deteriorada".

Una discusión originó el crimen

La madre del acusado inició una discusión con su nieta, y éste acudió defender a su hija al escuchar sus gritos, momento en el que intervino el abuelo, que golpeó a su hijo con una azada.

El acusado cayó al suelo, se levantó "un poco mareado", según su testimonio, le arrebató la azada a su padre y le asestó varios golpes en la cabeza hasta que rompió el apero, lo que causó la muerte del hombre, cuyo hijo vio cómo quedaba inmóvil aunque sin saber en ese momento que había fallecido, ha dicho ante el jurado.

Luego cogió un hierro y, con ánimo también de "acabar con su vida", según la Fiscalía, golpeó en la cabeza a su madre, que falleció igualmente.

   El acusado, cuya hija no estaba en el lugar del crimen en ese momento, se quedó allí hasta que aparecieron la Guardia Civil y el 061.