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El Alto Representante para Bosnia cree que el país debe volver a la normalidad con Europa

  • Considera que el país necesita instituciones fuertes
  • Bosnia se niega a hacer las reformas que la UE le exige para su ingreso

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Actualmente Bosnia se encuentra en un punto muerto político, y debe "volver a la senda" europea a la que aspira el 85% de sus ciudadanos. Así lo ha dicho en una entrevista a la agencia France Press el Alto Representante de la comunidad internacional para la zona, Valentín Inzko.

Recuperar esa senda europeísta es el objetivo del encuentro que se va a producir en Sarajevo el próximo 2 de junio, dentro de la reunión de Alto Nivel UE - Balcanes Occidentales. Una cita que estará presidida por el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y en la que el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, tiene mucho interés.

La división del país

A juicio de Inzko el clima político en Bosnia se ha ido deteriorando durante los últimos cuatro años, y ahora "todos los partidos tienen la vista puesta en las elecciones de octubre". Algo especialmente preocupante, dice, por que ya se puede ver una "ola creciente" de llamadas a la abstención y llama la atención sobre "las referencias a la posibilidad de una disolución del país" que proponen los dirigentes serbios del país.

En virtud del Acuerdo de Paz de Dayton, que puso fin a la guerra de Bosnia (1992-1995), el país está dividido en dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Srpska, dominada por los serbios. Todos ellos unidos por unas débiles instituciones.

Europa quiere el fortalecimiento del gobierno central de bosnia para permitir las reformas necesarias que conlleven su integración en la Unión Europea. Pero esta centralización permanece estancada por culpa de los desacuerdos de la comunidad, incluida la oposición de los serbios de Bosnia, y también para preservar la autonomía de otras etnias como los roma, los ashkali y los egipcios.

Necesita reformas

Para el Alto Representante "la Comunidad Internacional no puede imponer a los 27 que Bosnia acceda al club comunitario". Debe, dice, ser una elección de los dirigentes del país ya que es el deseo de los votantes que, según las encuestas, "quieren unirse a la UE" en un 85%.

De hecho el gobierno bosnio firmó con la UE un Acuerdo de Estabilización y Asociación, que representa un primer paso en su acercamiento.

Sin embargo, el país se encuentra detrás de otros candidatos potenciales de la zona de los Balcanes, ya que su Gobierno se niega a efectuar las reformas que Bruselas le está exigiendo.

Según el politólogo Jacques Rupnik, del Centro de Estaudios e Investigación Internacional de París, conseguir un estado bosnio centralizado requiere instituciones fuertes que generen un auténtico poder administrativo.

La perspectiva de adhesión a la UE, dice, "no puede hacerse solamente con un Estado que funcione, también se necesita un gobierno que funcione. Esto significa que las instituciones que se creen sean racionales y eficientes".