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Obama asume su responsabilidad en el vertido de petróleo

  • Denuncia la "íntima" relación de las petroleras con Washington
  • Se compromete a ser "implacable" para frenar el vertido

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Duras críticas del presidente Obama a las petroleras por el vertido en el Golfo de México

El presidente de EE.UU. ha asumido su cuota parte de responsabilidad en el vertido de petróleo en el Golfo de MéxicoObama ha denunciado la "intima" relación que existe entre las petroleras y la administración en Washington. Obama recuerda que hay una investigación en marcha pero admite que "está claro que el sistema falló".

Después de casi año y medio en la Casa Blanca, la administración Obama no ha atajado el tráfico de influencias y presiones del sector. El ejemplo más escandaloso está la agencia de Gestión de Minas. Era la encargada de emitir los permisos de prospección y al mismo tiempo, cobraba los derechos de explotación.

La colusión de intereses llegó al extremo de las orgías de sexo, regalos y drogas que organizaban las petroleras para ganar el favor de los funcionarios encargados de supervisarlas. El resultado es que la agencia concedió los permisos de explotación sin los requisitos de protección medioambiental.

Ante la catástrofe natural que amenaza el vertido del Golfo de México, Obama ha dado instrucciones a su secretario de Interior -ministro de Medio Ambiente-, Ken Salazar, para que reforme de "arriba a abajo" la agencia de Minas. Y en particular, para que escinda los dos departamentos en conflicto.

Esfuerzo implacable para frenar el vertido

Obama ha dicho compartir la indignación de los norteamericanos por el vertido de crudo. Se compromete a utilizar todos los recursos para frenar la catástrofe. "La devastación potencial para la costa del Golfo, su economía y su gente, nos exigen continuar nuestros esfuerzos implacables para frenar el vertido y contener el daño".

Tampoco ha perdido ocasión de poner en solfa el de las empresas responsables del desastre: BP, Transocean y Halliburton. Obama ha calificado de "espectáculo ridículo" la comparecencia de sus ejecutivos esta semana ante el Congreso, donde se echaron las culpas unos a otros.

En este sentido, el presidente de EE.UU. ha señalado que la reforma de la legislación sobre vertidos contribuirá a asegurar que BP pague los daños, aunque la petrolera ya ha declarado que correrá con todos los gastos de limpieza así como las indemnizaciones.

Por su parte, el gobierno confía en que el Congreso apruebe una ayuda extraordinaria para mitigar los efectos de la marea negra. Y en todo caso, cabe recordar que Obama ha paralizado nuevas prospecciones -un cambio notable en su política energética en menos de un mes- y ha ordenado investigar la seguridad de las ya existentes.