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Final del sueño laborista tras 13 años en el poder

  • Los laboristas gobernaban desde 1997
  • Las encuestas ya anticiparon la derrota de Brown frente a Cameron

Ver también:Ver también: Especial Elecciones Reino Unido 2010

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Gordon Brown durante la campaña electoral
Gordon Brown durante la campaña electoral

El 6 de mayo de 2010 ha abierto uno de los capítulos más amargos en la historia de los laboristas, un partido que se ha mantenido en el gobierno durante 13 años, tras la victoria de los conservadores de Cameron.

"Mi deber con el país es poner de mi parte para que el Reino Unido tenga un Gobierno fuerte y estable, capaz de liderar el Reino Unido hacia una recuperación económica sostenida y capaz de aplicar nuestros compromisos para reformar a fondo nuestro sistema político, algo sobre lo que hay un creciente consenso".

Eran las primeras declaraciones del hasta ahora primer ministro, Gordon Brown, tras conocerse los primeros resultados que apuntaban su derrota.

Y es que ahora, a falta de pocos votos por escrutar,  cómo se formará gobierno, qué partidos formarán coalición o no, es lo que más se analiza. Con estas declaraciones, Brown ha dejado claro que no piensa, de momento, renunciar a su puesto.

Las elecciones de 2005: el inicio del fin del "Nuevo Laborismo"

El 5 de mayo de 2005 Reino Unido celebró sus últimas elecciones y supusieron la tercera victoria consecutiva  que entonces tenía a la cabeza a Tony Blair, tras haber accedido al poder en 1997.

Pero dicha victoria reflejó cierta pérdida de confianza por parte del electorado: vencieron a los conservadores con un margen de 66 escaños frente a los 167 que marcaron la diferencia en 2001.

Entonces, asuntos como la guerra de Irak en el 2003 repercutieron en las decisiones de voto.

De hecho, según recogía entonces el periodista de la BBC, Marcelo Justo, haciendo referencia a la guerra: "El hecho de que no se hallaran las supuestas armas de destrucción masiva reavivó la sospecha de que Blair y el Nuevo Laborismo manipulaban constantemente la información para justificar su política".

Por otro lado, a diferencia de este año, la economía no fue el eje principal de la campaña ya que Gran Bretaña había crecido en los últimos 12 años y contaba con bajo desempleo.

Escándalos como la dimisión de su ministro del Interior en 2004, David Blunkett, debido a múltiples acusaciones de abuso de poder, también hicieron mella en su gobierno.

Aún así, y a pesar de que el líder laborista llegó a las elecciones con una popularidad que descendió a menos del 30%, el laborismo volvió a ganar e hizo historia.

Pero fue una victoria amarga ya que obtuvieron alrededor del 36% de los votos, el porcentaje más bajo que ha tenido un gobierno británico en toda su historia.

Entonces, Cameron, ya candidato conservador, definió al partido como el de "los muertos vivientes".

Finalmente, en 2007, Blair dimitía como primer ministro. Le tocaba el turno a Gordon Brown.

¿Qué ocurrirá ahora?

"Para mi es un orgullo ser elegido diputado otros cinco años y haber sido elegido por los que me conocen y saben de verdad el motivo por el que me metí en política". Son las últimas declaraciones de Gordon Brown.

Ahora está en el aire cómo afrontará su futuro político y que ocurrirá con el Partido Laborista, un partido que obtuvo su primer escaño en 1900 y que  alcanzó el poder por primera vez en la historia en 1970.

Termina, en cierto modo, el sueño de Brown de ser Primer Ministro contando con el apoyo del pueblo británico y tras haber tenido que esperar a la sombra de Blair y tras haber sido "eclipsado" por su colega Peter Mandelson.

Con todo esto, la gran pregunta es ahora: ¿Será capaz de imitar a Edward Heath y no abandonar Downing Street?