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Los jóvenes europeos, enganchados a la botella

  • El último barómetro señala que el 25% bebe más de cinco copas a la semana
  • En Europa mueren 195.000 personas por enfermedades derivadas del alcohol

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Una cuarta parte de los jovenes europeos reconoce que bebe más de cinco copas el día que queda con sus amigos para salir. Así lo refleja el último Eurobarómetro sobre las actitudes de los ciudadanos europeos ante el alcohol.

En él se pone de relieve que la población entre 15 y 24 años tiene un "serio riesgo" de sufrir algún tipo de enfermedad relacionada con los efectos de un consumo de alcohol continuado.

Unas cifras que varían en función de la edad, y que disminuyen a medida que aumenta el rango de edad, de manera que tan sólo el 11% de los mayores de 55 años reconoce tomar más de cinco copas el día que sale.

Los países nórdicos, los más consumidores

Algo que puede entenderse por la forma de consumo, ya que los adultos suelen beber diariamente, mientras que la juventud reconoce hacerlo un sólo día a la semana.

Dejando a un lado ya los hábitos, la encuesta señala que en los últimos 12 meses el 76% de los europeos ha consumido bebidas alcohólicas, y que el 24% se declara abstemio. Una cifra que en España llega hasta el 32%.

Además este Eurobarómetro viene a eliminar el tópico de que España es el país en el que más se bebe, dado que son Dinamarca, Suecia y Noruega donde en torno a 90 de cada 100 encuestados consume alcohol. En la balanza contraria se puede encontrar a Portugal, Italia o Hungría.

Lo que no se ocupa de desmentir es eso de que son los hombres los que más alcohol consumen con el 84%.

Alcohol y conducción

El Eurobarómetro señala también que los europeos no tenemos nada claro cuál es el límite de alcohol permitido para conducir en nuestros países.

Sólo el 27% de los encuestados ha respondido de manera correcta, aunque más de la mitad reconoce que coger el coche estando ebrio supone un auténtico riesgo. Y también que un mayor celo en los controles de carretera, les obliga a beber menos.

Parece claro a tenor de los resultados que los europeos sí son conscientes de los problemas sociales que puede traer el consumo excesivo de alcohol. Así, por ejemplo, el 96% de los encuestados reconoce que puede provocar violencia callejera, llevarte a perder productividad en el trabajo, ayudar al fracaso escolar o dificultades conyugales.

La intervención del Estado

Estos datos reflejan que la estrategia europea que se puso en marcha en el año 2006 para intentar reducir el consumo en el conjunto de la Unión Europea no han servido para nada, ya que casi cuatro años después, las cifras permanecen estables.

Algo que debe hacer reflexionar a las autoridades ya que sólo cuatro de cada diez europeos consideran necesario que los poderes públicos se ocupen de proteger su integridad.

Por cierto, que si el alcohol subiera un 25% de precio llevaría a muchas personas a plantearse el nivel de consumo. En el caso de los grupos más mayores o de los trabajadores manuales tres de cada diez compraría menos. Una cifra similar al de los jovenes.