Enlaces accesibilidad

Reino Unido aclara que el motivo para ayudar a alguien a suicidarse sí importa

  • El motivo de quien ayuda a otro a suicidarse es un factor esencial
  • Aclara varios eximentes para que no se considere delito de asesinato

Por
Nueva guía para aplicar la ley del suicidio asistido en Inglaterra

El motivo que lleva a una persona a ayudar a otra a suicidarse es uno de los factores esenciales que contemplan las nuevas guías para aplicar la ley del suicidio asistido en Inglaterra y Gales.

El fiscal Keir Starmer ha decidido aclarar la ley sobre el suicidio asistido, que es delito y acarrea una pena máxima de 14 años de cárcel, pero ello no supone su modificación.

Estas guías establecen una serie de factores que deberán tenerse en cuenta a la hora de decidir si una persona debe ser procesada.

El fiscal ha indicado que cada caso será juzgado en virtud de sus méritos y ha negado que esto "abra la puerta a la eutanasia".

Además, las nuevas directrices indican que quien ayude a una persona a suicidarse y pueda beneficiarse de su muerte no será procesada siempre que la solidaridad haya sido el "motor" que le llevó a tomar la medida.

Ahora se pondrá énfasis en "el motivo del sospechoso en lugar de las características de la víctima. Las guías no cambian la ley sobre el suicidio asistido. No abre la puerta a la eutanasia. No invalida la voluntad del Parlamento", ha insistido Starmer.

"Lo que hace es contar con una clara estructura para que los fiscales decidan qué casos deberían ser llevados ante los tribunales y cuáles no", ha aclarado el fiscal jefe.

Más de 100 británicos han viajado a Suiza para suicidarse

Entre los principales factores que deberán considerarse a la hora de procesar a alguien figuran: que la víctima haya tomado la decisión de suicidarse de manera clara, voluntaria e informada; que el sospechoso haya ayudado por solidaridad y que éste coopere con la Policía.

Esta aclaración de la ley fue decidida después de que la Cámara de los Lores -máxima instancia judicial hasta el año pasado (ahora es el Tribunal Supremo)- se pronunciase el pasado julio a favor del caso de la británica Debbie Purdy, que sufre esclerosis múltiple y pedía que la Fiscalía indicase cuándo se podía procesar a una persona que ayuda a morir a otra.

La Cámara de los Lores apoyó el llamamiento de Purdy para clarificar le ley que regula el suicidio asistido.

Prudy lleva tiempo evaluando la posibilidad de viajar a Suiza, donde la eutanasia está legalizada, para acabar con su vida si su estado de salud sigue empeorando a causa de su enfermedad.

Pero teme que su marido, Omar Puente, pueda ser procesado en Inglaterra si le acompaña a Suiza.

Esta aclaración de la legislación corresponde a Inglaterra y Gales, ya que Irlanda del Norte tiene una ley propia, similar a la inglesa, mientras que Escocia no cuenta con una ley específica sobre suicidio asistido.

Más de cien británicos con enfermedades terminales han viajado a la clínica Dignitas de Suiza para suicidarse.