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Mueren tres montañeros tras ser arrollados por dos aludes, uno en Lleida y otro en Huesca

  • Los dos fallecidos en Lleida han fallecido este mismo mediodía
  • El cuerpo del montañero muerto en Huesca ha sido localizado bajo dos metros de nieve

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Tres escaladores han fallecido este miércoles tras ser arrollados por aludes. Dos de ellos han fallecido este mediodía en la Vall de Boí, Lleida, y el tercero ha sido localizado sin vida a primera hora de la mañana en el pico Canal Roya de Huesca.

Los dos escaladores fallecidos en la Vall de Boí han sido arrastrados por el alud hacia las 11:30 horas mientras hacían una vía de escalada en la  zona de la presa de Cavallers, según han informado los  Bomberos de la Generalitat catalana.

Cuando el alud les sorprendió se encontraban en una zona de cascadas y vías de hielo. En ese momento, en la base de la vía de escalada había un grupo del Grupo de Actuaciones Especiales de los Bomberos de la Generalitat, a los que también ha afectado el alud, pero sólo uno de ellos ha resultado herido, con un esguince en un tobillo.

Los bomberos estaban esperando para montar su propia cordada y escalar la pared para hacer un ejercicio de prácticas. Al lugar de los hechos se han desplazado cuatro dotaciones terrestres, dos helicópteros de los Bomberos de la Generalitat y miembros de su grupo de rescate. También se encuentran en la zona un helicóptero de emergencias médicas y dos unidades de montaña de los Mossos d'Esquadra.

Bajo dos metros de nieve y sin aire

Por otro lado, un montañero de 36 años ha fallecido al verse sorprendido por un alud en el pico Canal Roya, en la localidad oscense de Canfranc, ha informado la subdelegación del Gobierno en Huesca.

El suceso ocurrió este martes en torno a las 14.20 horas, cuando el montañero, identificado como Ricardo A.I., de 36 años y natural de Sabiñánigo, quedó sepultado por el alud.

En el intento de localizar al montañero con vida se puso en marcha un dispositivo de rescate en el que intervinieron, apoyados por un helicóptero, siete especialistas de montaña de la Guardia Civil, dos de ellos guías de perros y un médico del 061, además de un grupo de bomberos y miembros de la gendarmería francesa que hacían prácticas conjuntas de rescate en aludes y que disponían de cinco perros y un helicóptero.

Como resultado de los sondeos realizados y la confirmación de uno de los perros, sobre las 16.15 horas se localizó el cuerpo del montañero, sepultado a unos dos metros de profundidad, sin cámara de aire.