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Oficialistas y opositores toman las calles de Caracas en un clima electoral

  • Conmemoran los 52 años del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez
  • Con la marcha piden un cambio en el Gobierno de Chávez

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Jornada de manifestaciones en Venezuela

Partidarios del gobierno y de la oposición comenzaron a marchar por Caracas para apoyar o rechazar el Gobierno del presidente Hugo Chávez, aprovechando la conmemoración de la fecha histórica del 23 de enero.

Tradicionalmente, la fecha ha servido para reivindicar los valores de libertad y democracia que hace 52 años movieron al pueblo venezolano a derrocar la dictadura militar del general Marcos Pérez Jiménez.

Al igual que lo hicieron en las convocatorias, los representantes de la oposición han dejado en un segundo plano el enfoque histórico y se han referido en sus declaraciones a problemas actuales como la inseguridad, la reciente devaluación de la moneda y los cortes en los suministros de electricidad y agua.

También han planteado, coincidiendo con los oficialistas, que las marchas de hoy representan el pistoletazo de salida para la campaña electoral de los comicios legislativos del próximo 26 de septiembre, el acontecimiento político más importante del año en Venezuela.

"Estamos en un año de cambio, un año en el que podemos voltear la tortilla", dijo a la prensa Julio Borges, líder del partido opositor "Primero Justicia".

Unas marchas pacíficas

El gobernador del estado Miranda, Enrique Carpiles, del mismo partido que Borges, dijo que "lo cambios vendrán cuando cada uno trabaje por conseguirlo. Llegará el día en que estas dos movilizaciones se encontrarán".

Poco después de concluir la manifestación opositora en un extremo de Caracas, Chávez llegaba a la concentración oficialista en el centro de la ciudad, en medio de las ovaciones de sus partidarios.

Subido en un camión y acompañado por sus hijas, el mandatario venezolano, vestido de rojo -color del "chavismo"- al igual que la gran mayoría de sus partidarios, acudió a la Plaza O'leary, cercana al Palacio presidencial de Miraflores, donde terminaba la marcha convocada por el oficialismo.

Nada más iniciar su discurso, Chávez ordenó encadenar todos los medios audiovisuales nacionales "un minuto", que luego se prolongó más de cinco, para clamar por la unidad de quienes apoyan la revolución bolivariana que lidera y mostrar una supuesta superioridad numérica en la concentración.

"Comenzó la campaña admirable. Oligarcas, temblad. Viva esta alegría patriótica. Anunciamos que el pueblo está en la calle, las calles son del pueblo y no de la oligarquía. Esa bulla", arengó el gobernante.

Chávez pide la unidad de todos

Chávez pidió la unidad de todos e hizo un llamado a jóvenes, mujeres, trabajadores, profesionales, intelectuales y militares para que sigan trabajando en la construcción del socialismo.

Terminada la cadena obligatoria, el presidente continuó su intervención otras dos horas y media, durante las cuales arremetió contra lo que llama "el imperio", en alusión a Estados Unidos, y defendió la política de su Gobierno.

"Vamos a seguir construyendo la patria buena", afirmó el presidente, quien reiteró el compromiso de luchar contra la pobreza y la delincuencia, y mejorar las condiciones laborales de los venezolanos.

"Comenzó el 2010 en batalla", dijo Chávez, quien volvió a retar a "los escuálidos", como llama a la oposición, a que "llamen un referendo revocatorio". Hace poco más de una semana, el presidente venezolano, que superó un revocatorio en agosto de 2004, ya retó a la oposición a que intente sacarle del Gobierno mediante un referendo.

Los portavoces opositores negaron que pretendan convocar esa consulta y dijeron que Chávez insiste en ello para desviar la atención de los problemas económicos y sociales, que achacan a la ineficiencia del Gobierno y contra los cuales llamaron a manifestarse.