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El gasto militar de Brown centra la investigación sobre la guerra de Irak

  • La oposición critica la falta de presupuesto en las guerra de Irak y Afganistán
  • El ex fiscal general dijo que la guerra no se justificaba por legítima defensa

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El Partido Conservador británico ha atacado el historial del gobierno en relación con el gasto militar en el marco de la investigación sobre la guerra de Irak,  que amenaza con dañar la imagen del gobernante Partido Laborista.

El ex secretario de Defensa, Geoff Hoon, quien encabezó una fallida revuelta en el partido contra el primer ministro Gordon Brown este mes, ha explicado a la investigación que no obtuvo todos los fondos que solicitó en el período previo a la invasión norteamericana en 2003.

Brown fue ministro de finanzas durante una década hasta 2007 y también ha sufrido críticas de que no ha podido dotar adecuadamente a las tropas británicas en Afganistán.

El primer ministro comparecerá ante la investigación después de las elecciones generales previstas para junio. Su portavoz ha defendido sus acciones.

"El primer ministro ha dejado muy claro que no sólo ha aumentado considerablemente el gasto en materia de defensa durante los últimos años, sino que también todos los requisitos operacionales que han sido solicitados por el Ministerio de Defensa se han cumplido", ha argumentado el portavoz.

Críticas a al gestión de la guerra de Afganistán

Los conservadores, favoritos para ganar las elecciones después de 13 años en el desierto político, ha acusado a Brown de la poca evolución de las fuerzas armadas y ha asegurado que esto había dificultado la campaña en Afganistán.

"Podríamos haber tenido más helicópteros en Afganistán hoy, si el Tesoro no hubiera ignorado las peticiones de los comandantes militares", ha manifestado la portavoz de defensa de la oposición, Liam Fox.

"Esta ha sido una letanía de malas decisiones,  y representa un fracaso colectivo de gobierno, donde las víctimas por excelencia fueron los hombres y mujeres de las fuerzas armadas", ha añadido.

Doscientos cuarenta y siete soldados británicos han muerto en Afganistán y el creciente número de víctimas será un problema para los laboristas en la campaña electoral.

Brown creó la investigación sobre la guerra de Irak el año pasado para extraer lecciones del conflicto tras la retirada de las tropas británicas del país del Golfo. Algunas miembros del Partido Laborista consideran que esta decisión puede resultar contraproducente por llevar a la arena pública un tema tan controvertido.

Sin embargo, otros miembros del partido siguen enojados con el ex primer ministro Tony Blair por conducir al país a una guerra y una ocupación en la que han muerto 179 soldados británicos.

¿Legítima defensa?

Las cartas publicadas este martes muestran que el agente de asuntos jurídicos del Gobierno, que dio luz verde a la guerra de Irak en 2003, había expresado sus dudas sobre la justificación para el ataque un año antes.

La investigación ha hecho públicas las cartas intercambiadas por el ex fiscal general Peter Goldsmith y Hoon en 2002.

"Creo que usted debe saber que yo veo con dificultades importantes en que la acción militar se justifique sobre la base de la legítima defensa", escribió Goldsmith en una carta fechada el 28 de marzo de 2002.

"En particular no tengo conocimiento de la existencia de material que indique la existencia de una amenaza inminente de Irak, del tipo que pudiera justificar una acción militar sin el apoyo de una autorización del Capítulo VII del Consejo de Seguridad", agregaba.

Goldsmith, finalmente, le comunició al Consejo de Ministros en marzo de 2003 que la guerra era legal sin una nueva resolución de las Naciones Unidas. La invasión tuvo lugar tres días después.

Blair comparecerá ante la investigación el 29 de enero, dos días después de Goldsmith.