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Dimite un obispo irlandés acusado de ocultar abusos sexuales a menores de sus sacerdotes

  • Un informe desveló que la Iglesia irlandesa ocultó los abusos a menores
  • El Papa pidió perdón por los abusos, que calificó de "crímenes abominables"

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El Papa ha admitido la dimisión del obispo irlandés de la diócesis de Limerick, Donal Murray, acusado por el 'Informe Murphy' de haber reaccionado de modo "inexcusable" al ocultar los abusos a menores de los religiosos a su cargo cuando era arzobispo de Dublín, según ha informado el Vaticano.

El 'Informe Murphy' reveló como la Iglesia Católica de Irlanda ocultó los abusos sexuales contra centenas de niños a manos de religiosos de la región de Dublín durante décadas.

Murray viajó a principios de este mes a la capital italiana para afrontar en el Vaticano las consecuencias de este informe, y tiene previsto informar a su diócesis de los motivos en el transcurso de una misa.

La Santa Sede ha aceptado la dimisión en conformidad con el artículo 401/2 del Código de Derecho Canónico, que dice: "Se ruega encarecidamente al obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo".

El Papa los calificó de "crímenes abominables"

El once de diciembre, el Papa pidió perdón por los abusos cometidos por miembros del clero y calificó de "crímenes abominables" el manto de silencio impuesto por los religiosos irlandeses sobre el caso.

Benedicto XVI hizo estas declaraciones tras entrevistarse en el Vaticano con el Primado de la Iglesia irlandesa, el cardenal Sean Brady, después de que saliera a la luz el informe que evidencia la ocultación deliberada de los casos de abuso durante años.

Sin embargo, el Boletín del Vaticano, que ha anunciado la dimisión, no precisa las razones concretas de la dimisión.

Podría haber más dimisiones

Según los expertos, ésta puede ser la primera de otras dimisiones entre la jerarquía de la Iglesia Católica en Irlanda, seriamente dañada por una serie de casos de abusos sexuales en varias diócesis de la isla.

El Gobierno, que ha prometido trabajar para llevar ante la Justicia a los sacerdotes pederastas y a los encubridores, había lamentado la falta de cualquier reacción en este sentido entre los dirigentes católicos de Irlanda.

El Ejecutivo también ha criticado la negativa de la Santa Sede a colaborar con la comisión que investigó los casos de abusos en la archidiócesis de Dublín, a pesar de que aquella lo solicitó por escrito en 2006 a la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución que presidió el propio Papa, entonces cardenal Joseph Ratzinger.