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Rubalcaba considera "absolutamente descartado" que el tiroteo de Leitza fuera un ataque terrorista

  • El ministro del Interior afirma que aún espera la conclusión de la investigación
  • En la madrugada del domingo un guardia civil resultó herido de bala
  • Según su versión sorprendió a unos terroristas que iban a colocar un artefacto
  • La investigación apunta a un montaje del propio agente

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El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado este lunes que la Guardia Civil "descarta completamente" la hipótesis de un atentado terrorista en el incidente ocurrido este domingo en Leitza (Navarra).

"Está absolutamente descartado", ha afirmado Rubalcaba en unas declaraciones en Bruselas, donde participa en un Consejo de Ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea.

El incidente se produjo este domingo, cuando un agente del cuerpo resultó herido de bala en un brazo. Aunque en un principio se atribuyeron los hechos a un atentado, a partir de la versión del agente, las investigaciones parecen apuntar a un posible montaje del propio guardia civil.

Según el ministerio del Interior, la hipótesis del atentado de ETA ha perdido fuerza. Así lo corroboran hechos como el que la munición encontrada en el lugar de los hechos es la que suele usar la Guardia Civil y no ETA, y que el artefacto localizado durante el rastreo es sólo un tubo de PVC, que simula un lanzagranadas.

Los hechos ocurrieron a las 3.30 horas de la madrugada del domingo, cuando el agente, de 34 años y cuya identidad responde a las iniciales S.M.O., realizaba labores de vigilancia en las inmediaciones de la casa cuartel de esta pequeña localidad, a 46 kilómetros de Pamplona.

Primeras Imágenes de la Casa Cuartel de Leitza, Navarra, donde esta madrugada un guardia civil ha evitado un atentado. El agente evoluciona favorablemente tras haber sido herido, e intervenido quirúrgicamente, en un brazo.

Según su versión, sorprendió a unos terroristas que se disponían a colocar un artefacto explosivo y fue tiroteado, recibiendo un disparo en el antebrazo izquierdo y otro que impactó en su chaleco antibalas, a la altura del tórax.

Esta interpretación llevó a la Guardia Civil a acordonar la zona e iniciar, ya con la luz del día, un rastreo por el monte en el que se localizó lo que parecía ser un dispositivo de tubos lanzaderas de los que se utilizan para impulsar granadas, pero que luego resultó ser un tubo de PVC.

La munición encontrada no es la de ETA

Con el transcurso de las horas, la investigación iniciada por la Guardia Civil fue acumulando cada vez más indicios que hacían descartar la hipótesis del atentado y apoyaban la posibilidad de un montaje creado por el propio agente, ya que se constató que la munición encontrada en el lugar de los hechos es la habitual en la Guardia Civil y no en ETA.

Los investigadores confirmaron también que el disparo recibido por el agente fue efectuado a tan sólo un metro de distancia y que el tiro detectado en su chaleco antibalas no le había dejado en el tórax el inevitable hematoma que produce este tipo de impactos.

La existencia de una sola herida de bala fue también confirmada por el director médico del Hospital de Navarra, Ignacio Yurs, después de que el agente quedara ingresado en una planta de este centro, con pronóstico "menos grave", tras ser intervenido quirúrgicamente.