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Muere a los 89 años Antonio Rivera Alvarado, padre del torero "Paquirri"

  • Rivera era el patriarca de una familia de toreros que incluye al difunto "Paquirri"
  • Ha muerto en Cádiz al agravarse su salud por una dolencia hepática
  • Llegó a vestir el traje de luces, pero tuvo que abandonarlo al pisarle un toro
  • Entre sus nietos están los toreros Fran y Cayetano Rivera Ordóñez

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ANTONIO RIVERA, PADRE DE "PAQUIRRI", FALLECE EN UN HOSPITAL DE CÁDIZ
Antonio Rivera, en 2003, rodeado de su hijo José Rivera y sus nietos Canales Rivera y Cayetano y Fran Rivera Ordóñez.

Antonio Rivera Alvarado, padre del torero Francisco Rivera, "Paquirri", ha muerto a primera hora de la tarde de este martes en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, a los 89 años.

Rivera fue ingresado hace unos días al agravarse su salud por una dolencia hepática. Además, padecía ligeros síntomas de alzheimer, según sus familiares.El sepelio se efectuará el miércoles en Barbate (Cádiz), de donde era natural.

El difunto fue torero y patriarca de una familia de matadores. Lo han sido sus hijos José (apodado "Riverita") y Francisco ("Paquirri", muerto por un toro en la plaza de Pozoblanco) y sus nietos Francisco Rivera Ordóñez, Cayetano Rivera Ordóñez y José Antonio Canales Rivera.

Una carrera de torero frustrada

El patriarca de los Rivera desde pequeño comenzó con su afición taurina, incluso llegando a torear los becerros que su padre compraba para su negocio de carnicero.

En sus inicios contó con la ayuda del matador Pepe Gallardo para torear varias novilladas por la provincia de Cádiz hasta que se presentó en Madrid, el 7 de septiembre de 1941, donde dio una vuelta al ruedo.

Al año siguiente volvió a Las Ventas, el 29 de marzo de 1942, una tarde muy complicada para él, pues tras sufrir una voltereta, un novillo de la ganadería de Concha y Sierra le pisó la mano izquierda y los médicos le tuvieron que amputar dos dedos, por lo que tuvo que suspender la alternativa, que tenía cerrada ya para Sevilla, y retirarse del toreo en activo.

Apreciado por su carácter afable e ingenioso

Entre los retos que se marcó y fue capaz de sacar adelante destaca la capacidad para seguir vinculado a la actividad taurina después de perder a su hijo "Paquirri" en el ruedo.

A Antonio Rivera se le apreció mucho en el mundillo del toro por su extraordinaria personalidad, ya que fue un hombre luchador y de carácter afable, abierto e ingenioso.

Conocía todos los secretos del toreo, tanto en la plaza como en la calle y en el campo. Vivió sus últimos años en la finca "El Robledo", de Constantina (Sevilla), que fue herencia de su hijo "Paquirri". Ejerció como conserje del matadero municipal de Barbate desde que se retirase de la actividad taurina.