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El discurso de Obama a los estudiantes acalla las protestas

  • Obama se ha dirigido este martes a los escolares de todo el país
  • Les anima a esforzarse y no abandonar los estudios
  • La oposición conservadora había montado en cólera antes de oírle
  • Acusaban al Presidente de querer adoctrinar a sus hijos
  • Laura Bush y el presidente del Partido Republicano en Florida respaldan a Obama

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Barack Obama inicia el curso político poniendo el acento en la educación

Obama se ha dirigido este martes a los escolares de toda la nación desde el instituto Wakefield de Arlington, Virginia. Les ha animado a los escolares a trabajar duro, no rendirse, no poner excusas y no abandonar los estudios. Sus palabras se han retransmitido en directo a través del canal político C-SPAN y la página web de la Casa Blanca.

El simple anuncio del discurso había desatado una fuerte polémica en Estados Unidos desde la semana pasada. La oposición más conservadora se puso la venda antes que la herida. A pesar de no haberlo oído, acusaban al Presidente de querer adoctrinar a sus hijos en el Socialismo. Comparaban a Obama con el culto a la personalidad que cultivaron Mao, Saddam Hussein o el líder norcoreano Kim Jong-il.

La tormenta amaina

La polvareda levantada era de tal calibre que la Casa Blanca optó la víspera por publicar el texto del discurso. Intentaban desactivar las críticas y permitir que los colegios y los padres pudieran decidir con conocimiento de causa.

La decisión ha tenido un efecto balsámico. En una entrevista con la CNN, la ex primera dama, Laura Bush, considera que "hay lugar para que el Presidente hable a los estudiantes y les anime a permanecer en la escuela". El líder del Partido Republicano en Florida, Jim Greer, ha dado un giro de 180 grados. De acusar a Obama de adoctrinar en el Socialismo, ha pasado a calificar de bueno el discurso, el "oficial" matiza, ya que es lo que el Presidente "debe hacer".

Las encuestas a pie de calle realizadas por los medios confirman el cambio de actitud. Mostraban que buena parte de los discrepantes habían cambiado de opinión tras leer el mensaje de Obama.

El discurso de un padre a sus hijos

En un tono informal, Obama ha advertido a los estudiantes que "lo que hagáis con vuestra educación determinará nada más y nada menos que el futuro del país". Les ha animado a descubrir su talento y desarrollarlo. Con esfuerzo y constancia, porque "a pesar de la impresión que deja la televisión, tener éxito es duro", ha dicho el Presidente. Y les ha puesto como ejemplo a la autora de Harry Potter, JK Rowling, cuyo libro fue rechazado doce veces. No se rindió.

Tampoco sirve de excusa el entorno, la raza, el aspecto o el dinero para "no hacer los deberes o tener mala actitud", ha dicho Obama. Un mensaje ilustrado con historias reales de niños que superaron las dificultades: desde no hablar inglés a padecer un cáncer. Y para remachar la tesis, recuerdos de su propia niñez, cuando su madre le levantaba a las 4.30 de la madrugada para estudiar en Indonesia. Si protestaba, su madre le replicaba "tampoco es plato de gusto para mí, machote".

En definitiva, un discurso de responsabilidad personal, que precisamente anima a buscar el consejo y ayuda de los padres, tutores y profesores, que alienta a los escolares a no abandonar los estudios, porque si lo hacen, "no sólo renunciáis a vosotros mismos sino que dejáis en la estacada a vuestro país". Una charla de padre donde incluso hay recomendaciones de cara a la Gripe A, pidiéndoles que se queden en casa si están enfermos.

No es la primera vez

No es la primera vez que se desata una tormenta política a costa de las palabras de un presidente a los escolares. En 1991, el republicano Bush padre hizo un discurso similar. Animaba a los estudiantes a esforzarse y evitar las drogas. Los Demócratas le acusaron entonces de usar el dinero de los contribuyentes para pagarse su propaganda política. La retransmisión de las palabras de Bush costó 27.000 dólares.

Ahora, algunos padres se han quejado de que no se ha purgado el discurso de Obama de contenido político ni ha sido revisado por los consejos estatales o locales de Educación, que son los que deben aprobar las materias que se enseñan en la escuela. Otros, más expeditivos, se niegan simplemente a que el Presidente les hable a sus hijos.

La polémica recuerda en parte a la que generó en España la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Pero sorprende la virulencia de la oposición ante un discurso no pronunciado, que ni siquiera es obligatorio escuchar. La Casa Blanca insiste en que su difusión es estrictamente voluntaria. La decisión depende de la dirección de cada centro, que en última instancia, han pedido autorización a los padres. En caso de que la hayan denegado, han organizado actividades alternativas para los hijos.