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El comité de empresa de Garoña anuncia movilizaciones tras el anuncio de cierre

  • Los trabajadores afirman que se trata de una decisión política y no técnica
  • Añaden que así se lo ha reconocido el secretario de Estado de Seguridad Social
  • Nuclenor, propietaria de la central, anuncia acciones legales contra el Gobierno

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El comité de empresa de Santa María de Garoña ha anunciado que continuará con las movilizaciones para conseguir que la central nuclear se mantenga abierta diez años más, como recomienda el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), en lugar de los cuatro anunciados por el Gobierno.

Un portavoz de la representación social de Garoña ha explicado que la decisión del Ejecutivo "lo único que va a conseguir es movilizar a todos los trabajadores del sector", que seguirán protestando para que no se cierre la central antes de lo aconsejado por el CSN.

El comité de empresa de la central burgalesa considera que el cierre de Garoña responde a una decisión política y no técnica, y asegura que así se lo ha reconocido el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, durante la reunión que han mantenido esta tarde.

Asimismo, informó de que el objetivo primordial del comité es el mantenimiento de los puestos de trabajo de la central, por lo que en el encuentro de esta tarde no han querido hablar con Granado de posibles alternativas para estos empleados.

Nuclenor anuncia demandas

Por su parte, Nuclenor, copropietaria de la central nuclear de Garoña, ha anunciado que llevará a cabo acciones legales contra la decisión del Gobierno de no prorrogar por diez años la vida de la central nuclear de Garoña. En un comunicado, la compañía explica que ha cumplido las condiciones legales en su totalidad de manera "puntual y satisfactoriamente", al tiempo que afirma que el Gobierno actúa "arbitrariamente ordenando el cese de su actividad por razones estrictamente políticas".

La empresa dice que esta decisión es un acto "arbitrario" y "carente de justificación con arreglo a la ley". "Por lo tanto, la no concesión de la autorización por diez años de acuerdo con lo dictaminado en el informe preceptivo del Consejo de Seguridad Nuclear supone apartarse de las condiciones establecidas en el procedimiento citado", señala la empresa.

La patronal eléctrica Unesa ha anunciado que el sector está a la espera de conocer el detalle de la orden ministerial que este viernes aprobará el Consejo de Ministros, aunque su presidente, Pedro Rivero, aseguraba antes de la confirmación oficial que el cierre en 2013 sería "bueno para todo el mundo".

Endesa, a la espera

Mientras, fuentes de Endesa, copropietaria de Nuclenor, también prefiere esperar a conocer el contenido completo de la orden ministerial, aunque ha reiterado su posición de que un país "moderno" no puede "prescindir" de esta fuente de generación. Fuentes de la compañía han señalado que la energía nuclear es "una más a considerar en el mix energético, ya que un país moderno, competitivo y avanzado no puede prescindir de una tecnología que en este momento es puntera en cuanto a I+D, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático".

El Foro Atómico Europeo (Foratom) ha lamentado el cierre de la central argumentando que esta decisión "amenazará la capacidad de España de cubrir sus necesidades en seguridad energética y el cumplimiento de los objetivos del Protocolo de Kioto". "Permitir que la central siga produciendo electricidad sólo hasta 2013 no es consistente con la recomendación del Consejo de Seguridad Nuclear de que la planta siguiera funcionando de manera segura hasta 2019", ha señalado en un comunicado la asociación, que defiende los intereses de la industria nuclear europea.

También el Consejo Superior de Cámaras de Comercio ha menifestado su preocupación por las "implicaciones negativas" que puede tener el cierre "para la competitividad de las empresas y para el desarrollo de la economía española". En un comunicado, las Cámaras señalan que este anuncio afectará "de forma desfavorable" a la calidad y a la disposición de la energía a unos precios competitivos y puede suponer "un mayor incremento de nuestro ya elevado déficit comercial, en el que la energía es una parte muy considerable".