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La lucha por la tierra. En Portada

  • Emitido el 12 de junio de 2001
  • Premio Manos Unidas 2002

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En portada - La lucha por la tierra

En Brasil, la palabra tierra significa vida, pero la realidad es muy distinta. Desde hace décadas, en Brasil tierra quiere decir lucha, violencia, muerte e impunidad. Sólo entre 1985 y 2001 fueron asesinadas 1.600 personas en el medio rural, la mayoría pertenecientes al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra. 

En 2001, según datos de la ONU, Brasil era el  país del mundo con mayor concentración de la propiedad de la tierra. El 1 por ciento de los terratenientes poseía el 45 por ciento del territorio. El latifundio generó cinco millones de familias sin tierra y 30 millones de pobres. Estos datos son algunos por los que la palabra tierra ha significado en Brasil la lucha contra el latifundio y por la reforma agraria. Una lucha que, para el movimiento de Los Sin Tierra, consiste en ocupar, producir y resistir.

El equipo de En Portada viajó entonces hasta Brasil para mostrarnos la vida de las familias de Los Sin Tierra en campamentos y asentamientos de este movimiento revolucionario en los estados brasileños de Pará, Matto Grosso, Goiás, Amazonas y Sao Paulo. Entrevistó, entre otros, a Joao Pedro Stédile, lider máximo de Los Sin Tierra, al presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra, Tomás Balduíno y al obispo de Sao Félix de Aragüaia, el español Pedro Casaldáliga. Este último, por sus implacables denuncias contra políticos, militares y latifundistas, sufrió amenazas de muerte y cinco expulsiones del país. Fue fundador el Consejo Indígena Misionero y de la Comisión de Paz de la Tierra, los principales organismos que respaldan la lucha de los pueblos indígenas de Brasil y del Movimiento de Los Sin Tierra.

El equipo de En Portada, también filmó y recogió los testimonios de tribus indígenas como los Terenas y Karajás, víctimas, como Los Sin Tierra de los problemas surgidos de la concentración de la propiedad de la tierra, el latifundio y la polémica reforma agraria que en aquel momento el gobierno de Fernando Henrique Cardoso decía estar llevando a cabo.

El reportaje recibió el Premio Manos Unidas 2002.