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Brown 'rescata' la reforma de la sucesión a la Corona que propuso Zapatero

  • Estudia acabar con la discriminación de las mujeres en la sucesión al trono
  • Además, permitiría a los herederos casarse con católicos
  • Un diputado liberal-demócrata presentará la reforma en el parlamento
  • Downing Street está en conversaciones con Buckingham Palace sobre el tema
  • El principal obstáculo es que la reina es también jefa de Estado de otros 15 países

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La reina Isabel con la corona imperial mientras lee su descurso de apertura del periodo de sesiones de la Cámara de los Lores.
La reina Isabel, leyendo su descurso de apertura del periodo de sesiones de la Cámara de los Lores.

Hace cuatro años, cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la Moncloa, planteó una reforma constitucional que eliminaba la primacía del varón en la sucesión a la Corona. Cuatro años después, esa iniciativa duerme el sueño de los justos por el desacuerdo en otros temas entre PSOE y PP, pero el gobierno británico ha recuperado sus principios para traer al siglo XXI a la monarquía más antigua de Europa.

"Creo que en el siglo XXI la gente espera que la discriminación sea eliminada y espera que nosotros tengamos en cuenta esos temas", ha declarado solemnemente Gordon Brown, el primer ministro británico, durante su visita oficial a Brasil.

"Hay temas muy claros sobre la exclusión de personas de los derechos a la sucesión", ha añadido el primer ministro.

En Reino Unido, la Constitución establece que los varones tienen primacía para acceder al trono y que si uno de los herederos se casa con un católico debe renunciar a sus derechos sucesorios.

En la actualidad una mujer, la reina Isabel, ocupa el trono por no tener hermanos mayores.

Iniciativa legislativa

Ahora un diputado liberal-demócrata, Evan Harris, ha presentado una reforma para acabar con estas barreras para la sucesión al trono.

Sin ellas, la princesa Ana, hija de la reina Isabel, pasaría a estar en la línea de sucesión tras el príncipe Enrique, mientras que ahora está detrás de sus hermanos pequeños y sus hijos.

Además, el príncipe Guillermo podría casarse con una católica sin tener que renunciar al trono y si tiene una hija primogénita podría ser reina pese a que tenga un hermano pequeño.

La población británica apoya la iniciativa: un 89% está favor de que las mujeres tengan los mismos derechos de sucesión y un 81% en permitir que el heredero se case con un católico, según una encuesta del instituto ICM encargada por la BBC.

Negociación con Buckingham

También cuenta con el respaldo en sus "principios y objetivos" del 10 de Downing Street, pero podría no ser respaldada por el gobierno en su literaridad. De hecho, según la BBC, el gobierno y Buckingham Palace están discutiendo esta posible reforma.

Según el corresponsal de la Casa Real británica de la emisora, el príncipe Carlos -heredero al trono- está pensando detenidamente sobre los cambios que debe hacer en la monarquía cuando acceda al trono.

Además, ha añadido que la entrada de católicos en la familia real "abriría una lata de gusanos eclesiásticos" para la Iglesia de Inglaterra, cuya cabeza es precisamente el monarca.

Sin embargo, el 'pero' fundamental para esta reforma lo ha resumido el jefe de la oposición, el conservador David Cameron: "La reina no es solo nuestra reina. Es la reina de todos los países de la Commonwealth que la han aceptado como su jefe de Estado".

El problema de la Commonwealth

Y es que esta reforma necesitaría del apoyo de los otros quince países de la Commonwealth que tienen al monarca británico como jefe de Estado. De hecho, Brown podría presentar estas reformas en la reunión de noviembre del organismo que agrupa a las antiguas colonias británicas.

El diputado Harris admite que existe la "obligación moral" de consultar pero advierte que la Commonwealth no tiene poder de veto.

"Éste es el país que tiene una historia de triste sectarismo, no las Australias y Canadás del mundo", ha declarado.

Además, ha recordado que los laboristas cuando accedieron al gobierno en 1997 se comprometieron a acabar con "la discriminación injustificada cualquiera que sea".

Eso sí, la reforma de Harris seguiría prohibiendo que un católico se convirtiese en monarca. Por este motivo, el grupo de presión Republic considera que la reforma cambiará "muy poco".