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Cinco compositores para un solo Oscar

  • Newman, Newton Howard, Elfman, Desplat y Rahman se disputan el premio a la música
  • Los tres primeros suman 22 nominaciones a los Oscar
  • Slumdog millionaire, la sorpresa del año, es la favorita por su calidad
  • Podría llevárselo Benjamin Button si no logra ninguno de los Oscar principales

Más información en el Especial Oscar 2009

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De izquierda a derecha: James Newton Howard, Danny Elfman, Alexandre Desplat, Thomas Newman y A.H.Rahman.
De izquierda a derecha: James Newton Howard, Danny Elfman, Alexandre Desplat, Thomas Newman y A.H.Rahman.

No es la categoría de Mejor Banda Sonora Original una de las más apreciadas y, sin embargo, es capaz de levantar las pasiones que no logran provocar otras categorías en principio más importantes para una película, como el galardón a Mejor Fotografía o Mejor Montaje.

Por desgracia, la calidad de una banda sonora no siempre va unida al premio en los Oscar; a menudo, esta categoría se convierte en un premio de consolación para una película que partía con muchas nominaciones y se tiene que conformar con ese galardón.

Entre las nominadas en esta edición de los Oscar, nos encontramos a tres conocidos de estos premios: Thomas Newman (por WALL-E), James Newton Howard (por Resistencia) y Danny Elfman (por Mi nombre es Harvey Milk). Entre los tres suman 22 nominaciones (10 de Newman, 8 de Howard y 4 de Elfman), pero ninguno de ellos se ha llevado la estatuilla a casa.

Por otra parte, tenemos al francés Alexandre Desplat (por El curioso caso de Benjamin Button), que recibe su segunda nominación tras la banda sonora para La Reina. Y, por último, el indio A.R.Rahman (por Slumdog Millionaire), la sorpresa del año.

  • WALL-E, de Thomas Newman

El compositor angelino suele emplear un estilo minimalista que le hizo famoso en Cadena perpetua o American Beauty y que, desde entonces, ha venido usando quizá demasiado, devaluándolo cada vez más, hasta caer en ocasiones en bandas simplonas, aburridas y faltas de dramatismo como Cinderella Man o la reciente Revolutionary Road.

Pero de cuando en cuando nos demuestra que es capaz de algo más, como hiciese con la fantástica El buen alemán. WALL-E es uno de esos ejemplos. Cuando se enfrenta a una película de animación (ya lo hizo en Buscando a Nemo), Newman hace gala de un agradable registro.

Es eso lo que hace en la última de Pixar: sin destacar demasiado, sabe aparecer en los momentos adecuados (el mejor, el baile espacial de WALL-E y Eva, con un delicioso tema de amor). Newman firma una buena banda sonora y sabe esconderse cuando debe, algo que no siempre es fácil.

  • Resistencia, de James Newton Howard

El compositor de la banda sonora de El príncipe de las mareas es ahora mismo uno de los valores más seguros a la hora de elegir un compositor en Hollywood. Lleva desde los años 80 componiendo bandas sonoras, pero no fue hasta que Shyamalan lo contrató que se convirtió, con justicia, en una de las mayores referencias.

Precisamente la sombra de una de las bandas sonoras para el director indio (la de El bosque) es omnipresente en el trabajo del compositor para la película de Edward Zwick, Resistencia. Un trabajo magnífico, sí, pero que no deja de recordarle a uno a la maravilla que compusiera para Shyamalan. Y ésa es una rémora no pequeña.

Además, no se ha dado el plano, mayor, que correspondía a la música en la película, y esto es culpa más del director que del compositor.

  • Mi nombre es Harvey Milk, de Danny Elfman

Danny Elfman es especialmente conocido, en la industria y entre el público, por sus colaboraciones con Tim Burton. Su estilo socarrón y cómicamente macabro le ha dado una merecida fama.

Sin embargo, es muchísimo menos conocida la otra cara del compositor: la del creador de músicas para dramas estilo El indomable Will Hunting. Y ello se debe, quizá, a que es en el terreno de lo burlesco donde se encuentra en su salsa. Al poner música a los dramas, Elfman se diluye y pierde su personalidad sin conseguir un resultado convincente. Esto es exactamente lo que ocurre en Mi nombre es Harvey Milk.

  • El curioso caso de Benjamin Button, de Alexandre Desplat

Alexandre Desplat es un buen ejemplo del compositor europeo que se hace un hueco en Hollywood al saber combinar los gustos de ambos lados del charco: la elegancia más típica de esta costa con la grandiosidad más típica de aquélla. En nuestro país tenemos un buen ejemplo en Alberto Iglesias.

La banda sonora que el francés ha compuesto para El curioso caso de Benjamin Button es muy parecida a la película: bien hecha, elegante, pero falta de genialidad.

En caso de que Slumdog Millionaire se llevase muchos premios, no sería descabellado pensar que Desplat se lleve la estatuilla a modo de compensación para la película de Fincher.

  • Slumdog millionaire, de A.H. Rahman

A Hollywood le encanta tener entre las nominadas siempre alguna pieza exótica, y parece que los europeos cada vez son menos exóticos para la industria cinematográfica de los EE.UU.

La música de A.R.Rahman para la película de Danny Boyle es la única de las cinco nominadas que basa su música en una propuesta no-sinfónica. Y el resultado es una banda sonora llena de agilidad, que se acopla a la película perfectamente y que tiene un grandísimo gancho, porque su papel en la cinta tiene mucha importancia.

La propia realización del director, cercana al estilo del videoclip, le confiere esta importancia. Testimonio de este gancho es el éxito que esta banda sonora está cosechando en numerosos premios: Bafta, Globos de Oro, Satellite... ¿Sumará el Oscar a esta lista?