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Demócratas y republicanos anuncian un acuerdo sobre el plan de estímulo de EE.UU.

  • El plan supondrá el desembolso de 789.000 millones de dólares
  • Es menos ambicioso que el plan original, que requería 900.000 millones
  • Armoniza los planes aprobados por el Senado y la Cámara de Representantes
  • El objetivo es crear 3,5 millones de puestos de trabajo

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Los líderes demócratas y republicanos del Congreso de Estados Unidos han anunciado un acuerdo sobre el plan de estímulo económico que pide el presidente Barack Obama, que asciende a 789.000 millones de dólares y que podría votarse mañana.

Tras una ronda de intensas negociaciones, los líderes de ambas cámaras del Congreso han logrado "cerrar las diferencias" y alcanzar un acuerdo que "es fiel" a las metas de crear millones de empleos, ha señalado el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid. La versión final del plan "crea más puestos de trabajo que en la versión del Senado y gasta menos dinero que en la versión de la Cámara de Representantes", ha dicho Reid.

3,5 millones de empleos

El senador ha comparecido ante la prensa acompañado por nueve legisladores de ambas cámaras del Congreso que desde la noche del martes han trabajado contrarreloj para armonizar las dos versiones del plan de estímulo económico.

Tras el acuerdo pactado este miércoles, el plan prevé la creación de 3,5 millones de empleos y destina más de una tercera parte de los fondos a rebajas de impuestos para la clase media, ha explicado la senadora republicana Susan Collins. Para Collins, el acuerdo fomentará un "equilibrio" económico y cada una de sus cláusulas está destinada "a la creación de empleos".

El texto final del plan será sometido a votación por el pleno de ambas cámaras del Legislativo "en los próximos días, posiblemente mañana", ha avanzado Reid. Por su parte, el demócrata Daniel Inouye ha instado a sus colegas a que lo aprueben con celeridad porque no hay "tiempo que perder".

Un plan menos ambicioso

La versión que aprobó el Senado era de 838.000 millones de dólares, en tanto que la que aprobó la Cámara de Representantes el 28 de enero -sin el apoyo de ningún republicano- fue de 819.000 millones de dólares.

Así, el acuerdo alcanzado hoy supone un proyecto de ley mucho menos ambicioso, incluso, que el monto original de 900.000 millones de dólares que sopesó al inicio del debate la Cámara Alta.

Las principales diferencias entre las dos versiones estribaban en la formulación de los recortes tributarios y de gastos para proyectos de infraestructura, programas sociales y ayudas a los gobiernos estatales.