Enlaces accesibilidad

El ladrón del Goya es un crítico de cine en paro "harto de que premien a los mismos"

  • La estatuilla desapareció del ropero una discoteca tras la gala
  • El ladrón ha entregado la estatuilla al mejor documental en la sede de un periódico
  • La presidenta de la Academia pidió que lo devolvieran por lo caro que era hacer otro
  • El dueño del Goya, Albert Solé, critica que se dé eco a "un borracho"

Por

Menos de un día se ha tardado en dar con el paradero del Goya sustraido, el del director Albert Solé, ganador de la estatuilla al mejor corto documental. Al parecer, el 'autor' del robo es un crítico de cine en paro que ha optado por entregarlo en la sede del periódico El Mundo. Ha explicado que su intención era "protestar por el sectarimo y neportimo que imperan en el cine español", ya que defiende que "siempre le dan las subvenciones y los premios a los mismos".

Según ha contado este crítico en paro, cuya identidad no ha sido revelada, vio la estatuilla tirada en el ropero de la discoteca donde el equipo de Bucartest, la memoria perdida estaba celebrando su goya. No lo dudó y le dijo a la encargada del ropero: "Dame mi abrigo y el Goya

Los hechos ocurrieron en una discoteca de la madrileña calle Echegaray, en donde el equipo de la película 'Los crímenes de Oxford', de Alex de la Iglesia, que obtuvo tres de los seis a los que optaba, celebraba la fiesta posterior a la gala de los Goya.

"Es lamentable que se dé eco a un borracho"

Allí llegó un flamante Albert Solé con su Goya bajo el brazo, pero cuando decidió retirarse a dormir se encontró con que la "chica del ropero le había dado la escultura a un chico con gafas".

Solé, tras conocer que la estatuilla había sido devuelta a la Academia del Cine, ha sostenido que "a partir de ahora habrá que llevar guardaespaldas a la gala".

"Es lamentable que se dé eco a un borracho de esa categoría y se le publicite de esa manera", ha asegurado Solé al leer la información de El Mundo, en la que se explica cómo el ladrón se llevó la estatuilla de una discoteca y se puso en contacto con el diario para devolverla.

"No voy a tomar ninguna medida legal, porque sería dar más publicidad a ese sinvergüenza", comentaba el realizador catalán, que recibirá en breve y, por segunda vez, el Goya a la mejor película documental por "Bucarest. La memoria perdida". En el filme repasa la lucha política de su padre, el ex ministro de Cultura y uno de los padres de la Constitución, Jordi Solé Tura, desde los años de exilio durante el franquismo hasta su lucha actual contra el alzheimer.