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Dos espeleólogos se unen a la búsqueda de dos cuerpos en un pozo de Cartagena

  • Un marroquí ha confesado que en 1997 y 2002 mató a dos personas y las tiró al pozo
  • Hasta el momento, el equipo de búsqueda sólo ha encontrado huesos de animales

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Encuentran dos cadáveres en un pozo en Cartagena

Sigue la búsqueda en un pozo de una finca de Pozo Estrecho, en Cartagena. Al equipo de rastreo se han unido este jueves dos espeleólogos para encontrar los restos humanos de dos personas en el interior de un pozo de la finca agrícola "El Casís", ubicada en Pozo Estrecho (Cartagena), donde un ciudadano marroquí ha confesado haber arrojado los cadáveres de dos hombres a los que presuntamente mató en 1997 y 2002.Este hombre confesó ante la Policía de un puesto fronterizo de Melilla que trabajó en la finca como pastor de ganado y que, en compañía de otros dos hombres, mató a un compatriota en 1997 y a un hombre de etnia gitana en 2002, y arrojó sus cuerpos a un pozo donde se tiraban restos de animales.

Fuentes policiales informaron hoy de que hasta el momento los equipos policiales y de los bomberos de Cartagena han extraído únicamente gran cantidad de huesos de animales además de basura.

Los equipos de búsqueda extraen tierra del pozo, la trasladan a una carpa donde se criba, y los restos se acumulan en otra zona de la finca donde ya se ha amontonado una buena cantidad de tierra y desechos.

Además de los equipos policiales y los citados espeleólogos se ha unido a las tareas un servicio extraordinario de ocho bomberos. Según diversas fuentes, las tareas de búsqueda se podrían prolongar varios días. El caso esta bajo secreto sumarial.

Según han dicho a RTVE.ES fuentes policiales, el presunto asesino confeso ha sido trasladado a Murcia por orden judicial para asistir al registro del pozo. Los vecinos de la zona han explicado que los últimos moradores de la finca fueron cinco inmigrantes hace varios años.

Confesión en la frontera de Melilla

Según informa la agencia Efe, un hombre de nacionalidad marroquí se presentó ante la Policía en un puesto fronterizo de Melilla y aseguró a los agentes que en los años 1997 y 2002 asesinó a dos personas y arrojó sus cuerpos a un pozo en una finca cerca de Cartagena (Murcia) en la que trabajaba como "guarda de cabras".

Según fuentes policiales, el hombre se dirigió a los policías en la frontera melillense diciéndoles que tenía "algo que contarles" y, ante la aparente solidez de sus declaraciones, fue trasladado a la comisaría de esta ciudad autónoma.

Una vez allí, aseguró que en el pasado trabajó como "guarda de cabras" en una finca de Cartagena en la que había un pozo al que se arrojaban los cuerpos de los animales muertos.

El hombre confesó que, junto a otro ciudadano marroquí y a uno español de etnia gitana, asesinó a dos personas -a un marroquí en 1997 y a un gitano en 2002- y ocultó sus cuerpos en ese mismo pozo.

Según su relato, los asesinatos se debieron a un ajuste de cuentas "por tráfico de estupefacientes a pequeña escala".

La Policía ha puesto los hechos en conocimiento de una juez de Melilla, que ordenó el registro del pozo.