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Los glaciares de los Pirineos desaparecerán en menos de 50 años

  • En los Pirineos la temperatura ha aumentado casi un grado en el último siglo
  • En ese periodo han desaparecido al menos 94 glaciares en la Península
  • En España, ya sólo existen glaciares activos en los Pirineos
  • La mayoría se formaron el la 'pequeña edad de hielo'

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Los glaciares están en peligro por el cambio climático

A la desaparición de los glaciares más importantes del mundo, como el Perito Moreno o los situados en Groenlandia o Alaska, podrían unirse, según ha afirmado un estudio del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), los glaciares del sistema pirenaico. Según han afirmado los expertos, estas grandes masas de hielo desaparecerán en menos de 50 años debido al aumento progresivo de las temperaturas en la tierra.

Para demostrar este estudio, publicado recientemente en la revista The Holocene, los científicos han efectuado una recopilación de datos del glaciarismo actual e histórico, así como información derivada del `Programa Nacional ERHIN'.

El estudio, efectuado en colaboración por las universidades de Cantabria, la Autónoma de Madrid y la de Valladolid , se ha llevado a cabo en las tres áreas de alta montaña co n glaciares de la Península, por lo que han realizado una síntesis sobre el estado actual de los Pirineos, de Sierra Nevada y de los Picos de Europa.

Para llegar a estas afirmaciones, los científicos se han basado en la evolución climática de los glaciares desde la denominada 'pequeña edad de hielo', (1300 al 1860), hasta la actualidad, para concluir que sólo en los Pirineos se conservan glaciares activos. Además, también han alertado del aumento de 0,9 grados de la temperatura registrada en 1890 en comparación con la temperatura actual.

Rápido derretimiento

En la actualidad, sólo existen 21 glaciares en los Pirineos, 10 en el lado español y 11 en el francés, que ocupan una superficie de  450 hectáreas. En tan sólo 15 años, desde 1990 a la actualidad, los  cálculos glaciológicos han demostrado que el rápido derretimiento ha  provocado la regresión total de los glaciares más pequeños y de un 50-60 por ciento de la superficie de los más grandes. 

 Según este estudio, entre 1880 y 1980, al menos 94 glaciares se  han extinguido en la Península Ibérica y, desde la década de los 80  hasta hoy, han desaparecido 17 de los glaciares restantes. "Los  glaciares son geoindicadores muy sensibles del cambio climático, y  elementos de alto valor patrimonial, en claro proceso de fusión y por  tanto, de previsible desaparición", ha destacado Juan José González, investigador principal de este estudio y profesor de la Universidad de Cantabria. 

Glaciares de la época de Felipe V 

Los principales glaciares de la península se formaron durante los últimos años de la dinastía de los Austrias y primero reyes Borbones, este periodo coincidió climáticamente con la denominada 'pequeña edad de hielo', el periodo en el que, sólo entre 1645 y 1710, se registró la mayor extensión de glaciares en las altas montañas españolas. 

Entre 1750 y los primeros años del siglo XIX, los pequeños glaciares sufrieron una recesión en los Pirineos, aunque pronto se  recuperaron gracias a un nuevo periodo de bajada de temperaturas. Sin  embargo, de esta fase a nuestros días, las temperaturas han ascendido entre 0,7C y 0,9C en las montañas del norte de España, mostrando  los efectos del calentamiento global.

Glaciares conocidos gracias a los viajeros del siglo XIX 

Los primeros testimonios sobre la existencia de glaciares en los  Picos de Europa se encontraron en apuntes de geógrafos, naturalistas y viajeros a finales del siglo XIX. Estudios recientes han demostrado  que existieron glaciares cantábricos en época histórica, localizados  siempre en las caras norte de las cimas más altas, y bajo un clima  oceánico en altitudes "extremadamente" bajas, de 2.190 a 2.600 metros de altitud. 

 En Sierra Nevada, los científicos han constatado la existencia del glaciar más meridional de Europa durante la 'pequeña edad del hielo',  bajo unas condiciones climáticas mediterráneas, y donde los factores fueron la altitud, la orientación (cara norte) y las condiciones  topográficas en relación a la acumulación de nieve. 

Este glaciar desapareció a principios del siglo XX. En este sentido, el ascenso térmico registrado favoreció su fusión hasta  transformarse en un pequeño "lentejón" de hielo enterrado bajo un  denso manto de escombros procedente de alguna mina local.