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Otegi sale libre pero con la vista puesta en cuatro causas pendientes

  • El juez Garzón le acusa de "pertenencia a ETA". Le pedirán 14 años de cárcel
  • También puede volver al banquillo por enaltecimiento del terrorismo (b)

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El ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi sale de la cárcel tras cumplir una condena de 15 meses por enaltecimiento del terrorismo con la vista puesta en las cuatro causas judiciales que aún tiene abiertas y que podrían suponer su reingreso en prisión por un largo periodo, ya que está acusado de pertenencia a ETA.

Otegi permanece en la prisión donostiarra de Martutene desde el 8 de junio del 2007, cuando el Tribunal Supremo ordenó su detención tras confirmar la condena que le había impuesto la Audiencia Nacional por participar el 21 de diciembre de 2003 en un homenaje en Arrigorriaga (Vizcaya) al dirigente etarra José Miguel Beñarain Ordeñana, Argala.

Cuando fue detenido, Otegi se encontraba en libertad bajo fianza de 50.000 euros en la causa en la que el juez Baltasar Garzón investiga la subordinación de Batasuna a ETA y la financiación de ésta a través de las herriko tabernas (sedes sociales de los abertzales), sumario que el magistrado concluyó el pasado mes de abril y que será juzgado dentro de unos meses.

Junto a Otegi, al que se le imputa un delito de pertenencia a organización terrorista por el que podría ser condenado hasta 14 años de cárcel, se sentarán en el banquillo otros 40 procesados, entre ellos otros responsables de Batasuna como Joseba Álvarez, Joseba Permach o Rufino Etxebarria.

Otegi pasó dos cortos periodos en prisión mientras se instruía la causa. La primera ocasión, el 26 de mayo del 2005. Pasó dos días entre rejas hasta que depositó 400.000 euros de fianza. La segunda fue el 26 de marzo del 2006, por su participación en una violenta jornada de huelga en el País Vasco. Estuvo una semana hasta que pagó 250.000 euros. Después, Garzón unificó y rebajó las dos fianzas.

Tres causas 'menores'

Otro juzgado de la Audiencia Nacional, el número 6, instruye contra él una causa por los delitos de desobediencia, reunión ilícita y enaltecimiento del terrorismo en relación con el mitin que la formación ilegalizada celebró el 14 de noviembre de 2004 en el velódromo donostiarra de Anoeta. Paradójicamente, de allí salió el discurso más esperanzador desde las filas de Batasuna.

Un tercer magistrado, Fernando Andreu, titular del Juzgado Central número 4, se ocupa de las diligencias en las que Otegi figura como imputado tras una querella presentada por el Foro Ermua por un delito de enaltecimiento del terrorismo supuestamente cometido durante un acto celebrado el 9 de julio de 2005 en homenaje al preso etarra José María Sagardui en Amorebieta (Vizcaya).

Pero Otegi no sólo tiene causas abiertas en la Audiencia Nacional, ya que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) le ha imputado en el llamado caso Ibarretxe junto al lehendakari, los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares y otros cuatro dirigentes de Batasuna por las reuniones que mantuvieron durante el alto el fuego de ETA.

Otegi, Etxebarria, Pernando Barrena, Juan José Petrikorena y Olatz Dañobeitia están acusados de desobediencia -por actuar en nombre de Batasuna en esas conversaciones después de su ilegalización-, mientras que a Ibarretxe, López y Ares se les imputa "colaboración necesaria" con ese delito.

La Fiscalía no ha acusado en este procedimiento -abierto a raíz de otra querella del Foro Ermua- al considerar que las reuniones no constituyen delito.

Largo historial judicial

No es ésta la única causa contra Otegi en la que el Ministerio Público no ha acusado, pues el fiscal ya pidió el sobreseimiento de la que investigaba el juez Fernando Grande-Marlaska sobre su participación en un homenaje al etarra Arkaitz Otazua, muerto en un tiroteo con la Ertzaintza en 2003. El pasado mes de diciembre la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dio la razón a la Fiscalía y ordenó archivar la causa.

También en marzo del año pasado el ex dirigente de Batasuna fue absuelto del delito de enaltecimiento del que venía siendo acusado por el homenaje a la etarra Olaia Castresana, muerta al manipular una bomba, ya que en el juicio la Fiscalía, que pedía para él 15 meses de cárcel, retiró su acusación.

Además, Otegi cuenta con otra condena firme de un año de cárcel que el Tribunal Supremo le impuso en noviembre de 2005 por un delito de injurias al Rey, a quien llamó "jefe de los torturadores", aunque en 2006 el TSJPV suspendió su ejecución durante tres años mientras no delinquiera de nuevo.

En los años 80, Otegi también fue juzgado como colaborador de un comando de ETA y condenado a seis años de cárcel por el secuestro del empresario Luis Abaitúa.