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Lluvia de críticas al presidente polaco por decir que firmar el Tratado de Lisboa ya "no tiene sentido"

  • El presidente polaco había dicho que firmar el Tratado no tiene sentido tras el 'no' irlandés
  • El ministro Moratinos confía en que Polonia se sume a los países que ya lo han ratificado
  • La Comisión Europea le recuerda que él fue uno de los que promocionó el Tratado
  • El presidente del parlamento polaco le exige que lo firme ya que la cámara lo ratificó en abril

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Las críticas le están lloviendo al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, después de que éste dijera que la firma del Tratado de Lisboa ya "no tiene sentido" después del "no" irlandés. En una entrevista publicada este martes por el diario "Dziennik", Kaczynski aseguraba que "en este momento, el Tratado no tiene sentido" a pesar de que el parlamento lo ratificó en abril pasado. Las reacciones no se han hecho esperar desde las filas de su propio gobierno y desde fuera, ya que tanto la Comisión Europea como el ministro español de exteriores, Miguel Ángel Moratinos, le han criticado.

La portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, ha recordado este martes que el presidente polaco desempeñó un papel destacado en las negociaciones del  Tratado de Lisboa y le ha reclamado que cumpla su compromiso de  ratificarlo. "Polonia, como el resto de Estados miembros, ha firmado el Tratado  y se ha comprometido a ratificarlo", ha dicho la portavoz. 

El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel  Moratinos, cree que Polonia acabará firmando el Tratado de  Lisboa pese a las palabras de Kaczynski.  Moratinos está "convencido de que al final todo esto se aprobará",  y ha abogado por respetar los procedimientos  institucionales de cada país para ratificar el Tratado. El ministro ha asegurado que en la Unión Europea hay un  "sentimiento unánime de seguir avanzando en la integración europea y  en la aprobación y ratificación del Tratado", como se demostró en el último Consejo Europeo.

Crícias desde dentro del país

El presidente del parlamento polaco, el liberal Bronislaw Komorowski, ha acusado al conservador nacionalista Kaczynski de "jugar con fuego".

"Me preocupan las declaraciones del presidente, pues Polonia debería formar parte de los países que ayudan a Irlanda a superar su crisis ratificando cuanto antes el Tratado, ha apostillado Komorowski. 

El presidente de la cámara ha insistido en que "el parlamento ha cumplido con su tarea y ahora es el presidente quien debe estampar su firma en un tratado que él mismo negoció".  Por su parte, el viceprimer ministro, Grzegorz Schetyna -al igual que Komorowski del Partido Liberal (PO) del jefe de gobierno, Donald Tusk- ha afirmado estar decepcionado por las declaraciones del presidente y ha dicho que le habían "sorprendido".

El jefe del gabinete del primer ministro, Slawomir Nowak, ha advertido contra un nuevo deterioro de la imagen de Polonia. "Lech Kaczynski se coloca en la misma línea que el presidente checo, Vaclav Klaus, uno de los principales euroescépticos. Sería malo que Polonia tuviera que rendir cuentas en todas partes sólo por culpa de la opinión de su presidente", ha dicho Nowak en declaraciones a la prensa.

En la controvertida entrevista, publicada este martes en la página digital del citado periódico, Kaczynski asegura no saber qué es lo que va a ocurrir ahora con el tratado, pero subraya que "no es serio" afirmar que la Unión Europea no puede seguir existiendo sin éste. Según el presidente, este misma opinión prevaleció tras el "no" en los referendos de Francia y Holanda y "la UE siguió funcionando, funciona y seguirá funcionando".

Ratificado en abril

El Parlamento polaco ratificó el 1 de abril pasado el texto con los votos de la formación de los gemelos Kaczynski, Ley y Justicia (PiS), y la oposición de una minoría de diputados de ultraderecha. No obstante, el Tratado está pendiente de la firma del Jefe de Estado, necesaria para su ratificación definitiva.

Según una encuesta, entre cuartas partes de la población polaca apoya el Tratado de Lisboa y rechaza su renegociación.

El Tratado de Lisboa fue firmado en la capital portuguesa en diciembre del pasado año y se diseñó para reemplazar el proyecto de Constitución Europea, que fue rechazada por los votantes de Francia y Holanda en el 2005.