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El Supremo de Estados Unidos falla que no se puede ejecutar a los culpables de violación infantil

  • Por primera vez en 30 años el tribunal se plantea ejecutar por delitos distintos al asesinato
  • El tribunal considera que la pena de muerte no es un castigo "proporcional" en este caso
  • El fallo ha sido muy ajustado, por cinco votos a cuatro, con victoria de los progresistas
  • El fallo lo motiva la condena de un hombre en Louisiana por violar a la hija de su pareja

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No habrá pena de muerte en EE. UU. para los violadores de niños

En una decisión histórica, el Tribunal Supremo estadounidense ha decidido que no se puede aplicar la pena de muerte a los culpables de violación infantil y ha revocado la ley que lo permitía.  

Es la primera vez en 30 años que este alto Tribunal, que tiene carácter constitucional, se plantea la posibilidad de ejecutar a condenados de delitos diferentes al asesinato.

Los magistrados del Supremo se han decidido tras una ajustada votación: cinco votaron en contra y cuatro a favor de ejecutar a los convictos por violación infantil.

El alto tribunal ha dicho que la ley del Estado de Louisiana que permitía imponer la pena de muerte en estos casos, viola el principio constitucional que prohíbe imponer penas crueles o inusuales, según informa el New York Times en su edición digital.

"La pena de muerte no es una condena proporcional para la violación de niños", según afirma el juez Anthony Kennedy en su voto mayoritario, al que se han unido sus otros cuatro colegas progresistas, mientras que los conservadores han disentido, según el diario norteamericano.

Es la segunda vez este año que los miembros del Supremo estadounidense se pronuncian sobre la pena de muerte. La primera fue hace un par de meses, cuando decidieron volver a aplicar la  inyección letal.

Hace 44 años que EE.UU. no se produce una ejecución por un crimen que no implicara la muerte de la víctima. La Corte Suprema prohibió las ejecuciones por violación en 1977 en un caso en que la víctima era una mujer adulta.

El caso que ha motivado el pronunciamiento del Supremo de EE.UU. ha sido el de Patrick Kennedy, de 43 años, condenado a muerte por la violación de la hija de su pareja, de 8 años, en Louisiana.  Se trata de una de las dos personas -ambas en este Estado del sur, que adoptó esta medida en 1995 para violaciones de niños menores de 12 años- que han sido condenados a muerte por una violación no acompañada de asesinato. 

Un total de 45 Estados norteamericanos tienen prohibida la pena de muerte para cualquier tipo de violación, y los otros cinco estados la permiten para los violadores de niños. No obstante, el caso de Kennedy es el único por el momento en que un Estado ha tratado de ejecutar a alguien.

Montana, Oklahoma, Carolina del Sur y Texas permiten las ejecuciones en tales casos si el acusado había sido condenado previamente por violar a un niño.