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Kosovo comienza a aplicar su Constitución cuatro meses después de declararse independiente

  • La República se define como "independiente, soberano, democrático, único e indivisible"
  • Mantiene en manos de la comunidad internacional el control de Policía, Justicia o Aduanas
  • Comienza cuatro meses después de la declaración unilateral de su independencia
  • El presidente serbio, Boris Tadic dice que el texto no tiene valor legal

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La Constitución de Kosovo, en marcha

Kosovo ha estrenado este domingo una nueva Constitución que le otorga competencias propias de un Estado, aunque mantiene en manos de la comunidad internacional el control de importantes áreas, como Policía, Justicia y Aduanas.

Con la firma por el presidente, Fatmir Sejdi, de un paquete de leyes subordinados a la Carta Magna, ha comenzado la aplicación del documento, que fue aprobado por unanimidad en el Parlamento de Pristina el pasado día 9.

Por la tarde, una solemne ceremonia en el lujoso Pabellón Rojo del centro de Pristina, ha sido el marco de la entrada en vigor de una Carta Magna cuyo párrafo introductorio define a le República de Kosovo como un "Estado independiente, soberano, democrático, único e indivisible" y destaca su condición de sociedad "multi-étnica".

Al acto no han acudido representantes serbios, aunque sí de Estados Unidos y el enviado especial de la UE en Kosovo, Pieter Feith.

Pide protección a UE y OTAN

El nuevo entramado legal invita a la Unión Europea a asumir la supervisión de la aplicación del plan del ex enviado especial de la ONU a la región, Martti Ahtisaari, quien hace un año propuso un Kosovo independiente tutelado por la UE y con amplios derechos para las minorías étnicas.

Igualmente, la Constitución que ha entrado este domingo en vigor pide a la OTAN que se haga cargo del control de la seguridad en la ex provincia serbia y que se responsabilice del entrenamiento de sus futuras fuerzas de seguridad.

La luz verde al texto constitucional continúa el camino iniciado el pasado 17 de febrero, cuando Kosovo declaró unilateralmente su independencia de Belgrado.

La soberanía kosovar ha sido reconocida por 43 países, entre ellos Estados Unidos y algunos países europeos, aunque Rusia y Serbia consideran la medida ilegal y exigen nuevas negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el estatuto de la región.

La propuesta de Ahtisaari planteaba que una misión de la UE (EULEX) reemplazara a la representación interina de la ONU (UNMIK) que administra la región desde 1999. Las divergencias entre las potencias mundiales impidieron que este plan fuera discutido en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ahora, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon ha puesto sobre la mesa una nueva alternativa que pone a EULEX bajo el paraguas de la ONU, al tiempo que reduce la presencia de UNMIK.

Serbia establece sus estructuras

Por su parte, el presidente serbio, Boris Tadic ha insistido en que la Constitución kosovar no tiene valor legal y ha calificado su aprobación como un "un acontecimiento político con consecuencias dañinas". 

Serbia, ha dicho Tadic a los medios locales, sigue considerando Kosovo como parte de su territorio y defenderá su integridad con "medios pacíficos y diplomacia, no con violencia".

De hecho, la minoría serbia, que supone el 10% de la población de Kosovo, ha empezado ya a establecer sus propias estructuras políticas e inaugurará el próximo día 28 una Asamblea propia en la ciudad de Mitrovica. Esta medida está respaldada por Belgrado.

La nueva Constitución insiste en el carácter "único e indivisible" del país y apuesta por el camino de la integración con medidas de discriminación positiva para las minorías, especialmente la serbia. 

Así, esta comunidad dispondrá de 10 escaños reservados entre los 120 del Parlamento, el uso del serbio como lengua oficial, una universidad pública, la autonomía de la Iglesia Ortodoxa y la protección de su patrimonio y el permiso para mantener lazos especiales con Belgrado, incluso la doble nacionalidad.