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Michel Fournier pierde el globo aerostático y ve frustado de nuevo su "gran salto"

  • El sexagenario intenta saltar desde un globo de helio a 40 kilómetros de altura
  • Pretende alcanzar la velocidad del sonido en la caída
  • Minutos antes de que empezara la ascensión, el globo se ha despegado de la cabina
  • El equipo de Fournier lo ha recuperado a 40 kilómetros de la zona del lanzamiento
  • Ahora estudian el estado del globo para ver si es posible seguir adelante con el experimento
  • Michel Fournier lleva 20 años preparando "El gran salto"

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El millonario Fournier pierde su globo

Michel Fournier intenta de nuevo realizar su 'gran salto', una caída desde 40 kilómetros de altura que lleva preparando desde hace 20 años.

Pero cuando todo parecía listo y habían hinchado el globo aerostático de helio, un nuevo percance ha obligado a parar el experimento. El globo se ha soltado de la cabina en la que tiene que ascender Fournier y ha empezado a tomar altura por su cuenta, según se informaba en su página web.

Finalmente el equipo de Fournier ha podido recuperar el globo, a 40 kilómetros del lugar del lanzamiento y ahora evalúan el estado del mismo para determinar si es viable seguir hoy adelante con el lanzamiento.

20 años preparando "El gran salto"

Michel Fournier es un antiguo paracaidista del Ejército francés. En 1988 fue elegido por la Agencia Espacial de Francia para saltar en paracaídas cerca del espacio. Se trataba un experimento cuya finalidad era probar las posibilidades que los astronautas pueden tener de escapar sin nave espacial en caso de emergencia.

El salto nunca se llevó a cabo, pero Fournier se retiró del Ejército en 1992 para tratar de conseguir el objetivo por su cuenta. Para pagar su preparación y el equipo, vendió su casa y sus pertenencias. En total, incluyendo donaciones privadas, ha gastado un total de 20 millones de dólares (12,5 millones de euros).

El intento tendrá lugar en la provincia canadiense de Saskatchewan. Fournier se vestirá un traje preparado para la presión y un casco sellado que cuenta con oxígeno. Subirá a la góndola del enorme globo de helio, también preparada con oxígeno y la presión necesaria, y emprenderá un ascenso de dos horas hasta los 130.000 pies (39,5 kms.). Una vez arriba, el valiente sexagenario se lanzará al vacío.

Lo previsto es que alcance la velocidad del sonido (unos 1.200 kms/h) en los primeros 40 segundos y que llegue a alcanzar las 1.000 millas/h (1.600 kms/h). La velocidad de caída irá disminuyendo a medida que se acerque a la superficie terrestre por la creciente resistencia del viento. El paracaídas está diseñado para abrirse 6 kilómetros antes de llegar al suelo.