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Una secta rusa termina el encierro en una cueva donde esperaba el fin del mundo desde noviembre

  • De las 35 personas que inicialmente se habían encerrado, sólo quedaban nueve
  • La salud de los encerrados peligraba por el cadáver en descomposición de dos sectarias
  • El líder de "la auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa" era un ingeniero que se decía profeta
  • Había sido diagnosticado de "demencia" y podría pasar tres años de cárcel

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Para unos era un líder, un gurú, un guía espiritual. Para otros, entre los que se cuentan un grupo de psiquiatras de la Fiscalía rusa, un "demente" al que se le diagnosticó hace tiempo una esquizofrenia.

Se llama Pyotr Kuznetsov, un ingeniero de tiene 43 que se había proclamado profeta, y había anunciado la inminente llegada del Anticristo antes de fundar "La auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa" y encerrarse con otras 34 personas en una cueva de la región de Penza, a 600 kilómetros al sudeste de Moscú. Eso fue en noviembre de 2007.

Ahora, los pocos miembros de la secta que todavía esperaban el fin del mundo en la cueva han salido de ella, según han infromado fuentes oficiales. "Esta mañana salieron todos a la superficie", ha dicho Vladímir Provorótov, jefe de la administración del distrito de Bekosvk, quien ha precisado a la agencia Interfax que en la cueva quedaban nueve personas.

Dos sectarias muertas

Provorótov ha señalado que los nueve sectarios que salieron a la superficie "se encuentran bien". De quien no se puede decir lo mismo es de las dos sectarias que habían muerto en su encierro hace unas semanas y cuyos cadáveres amenazaban con envenenar el aire respirado en la gruta.

De hecho, los miembros de la secta apocalíptica han aceptado poner fin a su encierro bajo tierra después que los socorristas les explicaran que existía peligro para su salud.

Poco antes de anunciar la salida de los nueve sectarios, el vicegobernador de la región rusa de Penza, Oleg Mélnichenko, había anunciado que los socorristas habían exhumado en la madrugada del viernes los restos de las dos mujeres, que han sido trasladados a un depósito de cadáveres de un hospital local, donde serán practicadas las autopsias.

A finales de marzo y principios de abril, 24 sectarios, entre ellos cuatro niños, ya habían salido a la superficie tras sendos derrumbamientos de tierra.

Víveres, gasolina y bombonas de gas

Los sectarios habían anunciado su intención de abandonar su encierro el 27 de abril, cuando se celebró la Pascua Ortodoxa en Rusia, pero luego desistieron de su propósito y declararon que subirían a la superficie no antes de mediados de junio, cuando se festeja la Trinidad.

En el habitáculo subterráneo los sectarios hicieron acopio de víveres, agua y varias bombonas de gas y bidones de gasolina, suficientes para resistir varios meses.

Kuznetsov, que hace unas semanas intentó suicidarse, podría ser condenado a tres años de cárcel tanto por crear una organización religiosa por medios violentos, incitar al odio religioso y estar en posesión de literatura extremista.

Los miembros de la secta son en su mayoría mujeres procedentes de Bielorrusia y Ucrania. Las autoridades definen al grupo como "una secta ortodoxa radical y apocalíptica".

Según la Asociación de Centros de Estudio de Religiones y Sectas, en Rusia existen en torno a 80 sectas y cultos con entre 600.000 y 800.000 miembros, en su mayoría surgidos tras la desintegración de la URSS.