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El matrimonio Blair, al desnudo en una autobiografía de Cherie

  • Cherie Blair admite en una autobiografía que concibió a su cuarto hijo en Balmoral
  • Además, cuenta como Tony Blair intentó ocultar la guerra de Irak con su aborto
  • Las revelaciones del libro se han convertido en una pesadilla para Gordon Brown

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Britain's former PM Blair and wife Cherie leave Trimdon Labour club in Trimdon
La autobiografía de Cherie Blair ha sacado a la luz los entresijos de la relación del matrimonio en Downing Street.

El matrimonio de Tony y Cherie Blair y las relaciones de la pareja con el gabinete del Gobierno han quedado al descubierto en la autobiografía de la primera dama, Speaking for Myself (Hablando por mí misma).

Cherie no se ha mordido la lengua y ha publicado datos tan íntimos como el lugar en el concibieron a su cuarto hijo o lo mal que le pareció que su 'querido' marido utilizara su aborto para ocultar la guerra de Irak... cuando "seguía sangrando".

"No me lo podía creer. Yo seguía sangrando, y (Blair y Campbell) estaban discutiendo qué contarle a la prensa", comenta.

Un momento delicado

Cherie Blair, que perdió entonces a su hijo, escribe que no podía creerse que su esposo y Campbell discutieron de cómo hacer el anuncio a la prensa en aquellos momentos.

El periódico The Times concluye que de esa forma el entonces primer ministro y su jefe de prensa pretendían evitar que el obligado retraso en las vacaciones de los Blair desencadenase rumores sobre una inminente invasión de Irak, algo que no convenía a su estrategia hacia ese país.

En la prensa se había especulado con la posibilidad de que se enviasen tropas británicas a Irak, y si los Blair no se iban de vacaciones, muchos podrían interpretarlo equivocadamente como un signo de que la invasión era inminente.

Una noche en Balmoral

Y puesta a revelar intimidades de su matrimonio, Cherie Blair revela también que ella y su marido concibieron al cuarto hijo del matrimonio, Leo, en 1999 en el castillo de Balmoral, donde estaban de invitados de la reina Isabel II.

Según Cherie Blair, ocurrió porque no esta vez no había llevado consigo anticonceptivos por pura vergüenza: la primera vez que había estado en el castillo, alguien había abierto su maleta y sacado todo su contenido.

La primera reacción de Blair al enterarse de que su esposa estaba otra vez embarazada fue exclamar: "Oh, Dios mío", y la segunda: "Tenemos que decírselo a Alastair (Campbell)", recuerda Cherie. 

La 'pesadilla' de Gordon Brown

La publicación en la prensa británica de de extractos de las memorias se está convirtiendo en una pesadilla para el primer ministro, Gordon Brown, que se ve estos días acorralado por los libros de revelaciones y cotilleos sobre sus tensas relaciones con su predecesor.

Fuentes de Downing Street han expresado su asombro por la insinuación de la esposa del ex primer ministro Tony Blair de que pudo haber sido Brown quien filtró en 1999 a la prensa la noticia de que a sus 45 años Cherie Blair había quedado nuevamente embarazada.

"Estamos estupefactos por esa sugerencia como por tantas otras cosas más del libro", dijeron esas fuentes al vespertino Evening Standard. En su autobiografía, Cherie afirma que sólo un pequeño grupo de personas, de las que formaba parte el propio Brown, estaba al tanto de su estado.

Según algunas fuentes, la información se le había "vendido" a Piers Morgan, director del Daily Mirror, por 50.000 libras un publicista tan conocido como polémico llamado Max Clifford. La esposa de Blair se dice segura en su libro de que la noticia no podía haberle llegado a Morgan de fuentes del hospital, porque se le había hecho el escáner con un nombre ficticio, justamente para evitar ese tipo de filtraciones.

La exclusiva, de mano en mano

"Sólo quedaba Gordon (Brown), pero ¿qué podía ganar contándoselo al Daily Mirror?", se pregunta Blair. La exclusiva del embarazo apareció finalmente en un tabloide rival, el derechista The Sun, de la cuadra Murdoch, algo que Cherie Blair atribuye a un error que ella misma cometió inocentemente.

En un ataque de sinceridad, la esposa del ex líder laborista admite que en ningún momento quiso que Morgan se beneficiara de la exclusiva - "antes muerta", escribe-, por lo que propuso que, ya que no había forma de parar la noticia, se difundiera a todos los medios a través de la agencia Press Association.

Mientras tanto recibió, sin embargo, una llamada de la directora adjunta de The Sun, a la que conocía personalmente, y Cherie, pensando equivocadamente que la información era ya del dominio público, charló con ella de su embarazo como lo habrían hecho dos amigas.

Al día siguiente, la que debía ser una exclusiva del Daily Mirror se había convertido en la exclusiva de The Sun, que había publicado las intimidades de aquella conversación.