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Un estudio muestra la relación directa entre el consumo de tabaco y la depresión

  • El riesgo de depresión es en términos relativos un 41% mayor entre los fumadores
  • Lo dice una investigación de la Universidad de Navarra, en colaboración con Harvard
  • El trabajo se ha desarrollado durante seis años en 8.556 personas
  • A medida que el hábito tabáquico es más intenso, se hace menos actividad física

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El riesgo de padecer depresión aumenta en términos relativos un 41% entre los fumadores frente a quienes no lo son, según  constata una investigación sobre 8.556 participantes realizada por  científicos de la Universidad de Navarra, en colaboración con la  Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Harvard School of  Public Health (EEUU).

Esta investigación demuestra "la relación directa entre consumo de  tabaco y esta enfermedad", según ha informado la Universidad de Navarra en  un comunicado.

El trabajo, cuya primera autora es la profesora Almudena  Sánchez-Villegas, se ha realizado durante seis años en profesionales  universitarios con una edad media de 42 años.

Predisposición genética o ambiental

"A lo largo del  seguimiento, 190 participantes que inicialmente no presentaban  depresión fueron diagnosticados de ésta por su médico. Además, 65  personas sin diagnóstico aseguraron tomar antidepresivos durante ese  periodo", indica Miguel Angel Martínez-González, director del trabajo  y catedrático del departamento de Medicina Preventiva y Salud  Pública de la universidad.

Entre los mecanismos que aclaran esta asociación, propone "una  predisposición genética y/o ambiental, que aumentaría la probabilidad  de mantener el hábito tabáquico y sufrir un trastorno depresivo de  forma independiente". Así, apunta que "el vínculo se relaciona con  ciertos factores familiares y de estilo de vida que pueden inducir a  dejar de fumar o a ser menos susceptible a la depresión".

A más tabaco, menos deporte

Asimismo, el informe señala que aquellas personas que han dejado  el tabaco hace más de una década tienen menos posibilidades de  desarrollar esta dolencia que quienes nunca lo han consumido.

"La  dependencia de la nicotina podría explicar esta asociación inversa.  Estas personas presentan un menor grado de dependencia y, por tanto,  menos probabilidad de retomar su hábito tabáquico, debido a una  prevalencia más baja de síntomas depresivos", señala.

Por otra parte, los investigadores constataron que a medida que se  incrementaba la intensidad del hábito tabáquico disminuía el nivel de  actividad física durante el tiempo libre.