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Bush paralizará la retirada parcial de soldados de Irak a partir de agosto

  • Sigue las recomendaciones realizadas en el Congreso por el jefe militar en la zona
  • Acortará el periodo de servicio de las tropas de 15 meses a un año
  • Advierte a Irán que actuará en consecuencia si sigue entrenando y armando a los insurgentes

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El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dejará de retirar soldados de Irak a partir de agosto, una vez se haya marchado el último contigente de los 20.000 soldados extra que envió a Irak el año pasado para reforzar la presencia norteamericano en la zona.

En un discurso realizado en la Casa Blanca, Bush ha justificado su decisión amparándose en las recomendaciones realizadas por el jefe militar de las tropas norteamericanas en la zona, Dan Petraeus, en sendas intervenciones ante el Senado y el Congreso de EE.UU. celebradas esta semana.

"Ver y esperar"

En ellas, Petraeus calificó los progresos logrados con el envío suplementario de tropas de "frágiles y reversibles", por lo que consideró que lo más prudente era "ver y esperar" qué sucede. Por este motivo, propuso que se estableciese un periodo de 45 días para ver cómo evoluciona la situación antes de que se produzcan nuevas retiradas.

Bush ha repetido en numerosas ocasiones que sus decisiones sobre las tropas en Irak se guían exclusivamente en los consejos de sus jefes militares sobre el terreno  y se ha opuesto reiterdamente a establecer un calendario prefijado de retirada.

Para compensar esta decisión, Bush ha anunciado también que recortará el periodo de servicio de los militares estadounidenses en el país iraquí de los 15 meses actuales a un año. Esta medida afectará a los soldados que acudan de relevo a partir del 1 de agosto.

Advertencia a Irán

Petraeus también responsabilizó de la actual inseguridad en Irak a la colaboración de su vecino Irán con las milicias chiíes. Por este motivo, Bush se ha dirigido de manera directa al régimen de los ayatolás para advertirles que EE.UU. actuará para defender sus intereses si Teherán sigue "armando y entrenando" a los insurgentes.

"El régimen de Teherán debe tomar una decisión. Si quiere vivir en paz con su vecino, beneficiándose de los lazos que mantienen económicos, culturales y religiosos o continuar armando, entrenando y financiando las milicias que aterrorizan a la población iraquí", ha declarado el presidente norteamericano.

Una medida con escaso progreso político

El aumento en 20.000 soldados ordenado por Bush en 2007 ha logrado reducir la violencia en Irak a niveles desconocidos hasta ahora pero, según el presidente norteamericano, los iraquíes no han logrado aprovecharse de esta situación y realizar progresos políticos sustanciales.

Tras la muerte de 20 soldados estadounidenses en las primeras semanas de abril, el tema de la guerra ha saltado a la campaña electoral otra vez como uno de los temas claves.

En la actualidad hay unos 160.000 soldados norteamericanos en el país, de los que al menos 100.000 permanecerán hasta en enero. En esa fecha, un nuevo presidente norteamericano tomará posesión de su cargo y tendrá que decidir si mantiene la política de Bush u opta por un calendario de retirada.