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Los centristas dan su apoyo a los socialistas para obtener la alcaldía de Marsella

Marsella, Toulouse y Estrasburgo serán las plazas más disputadas en la segunda vueltaBayrou advierte que la primera vuelta "es una advertencia a quienes están en el poder"

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El alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoë, se dirige a los medios de comunicación antes de votar el pasado domingo en la primera vuelta de los comicios municipales.
El alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoë, se dirige a los medios de comunicación antes de votar el pasado domingo en la primera vuelta de los comicios municipales.

Los partidos políticos franceses aceleran sus movimientos de cara a la segunda vuelta de los comicios municipales, que se celebrará el domingo. Tanto los socialistas como la derecha afín al presidente Nicolas Sarkozy procuran atraerse el apoyo del centrista François Bayrou, dirigente del Movimiento Democrático (MoDem).

Un primer fruto de estas aproximaciones es el pacto entre el Partido Socialista (PS) y MoDem para intentar arrebatar Marsella, segunda ciudad del país, a la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Sarkozy. El conservador Jean-Claude Gaudin detenta el gobierno de esta urbe mediterránea desde 1995. El socialista Jean-Noël Guérini será su rival el próximo día 16.

Alcaldías pendientes

La adjudicación de alcaldías tan importantes como las de París, Marsella, Toulouse y Estrasburgo no quedó resuelta tras la primera vuelta del pasado domingo. El alcalde socialista de la capital gala, Bertrand Delanoë, está tan seguro de su reelección que ha descartado cualquier acuerdo con los centristas del MoDem. Pero, a diferencia de París, la situación no parece tan clara en las otras tres ciudades.

El propio Bayrou optará en la segunda vuelta a convertirse en alcalde de la localidad sureña de Pau, próxima a la frontera española, gobernada desde hace casi cuarenta años por la izquierda.

Política de pactos

La líder socialista Ségolène Royal había propuesto a Bayrou un acuerdo de apoyo mutuo para la segunda vuelta que hiciera frente a la gubernamental UMP. Sin embargo, Royal no cuenta con el pleno respaldo de su partido a esta estrategia. Uno de los principales detractores es precisamente su ex compañero sentimental François Hollande.

El dirigente centrista, que hasta ahora ha rechazado apoyar a uno u otro candidato, ha advertido al presidente de la república que no subestime el resultado del 9-M. "Estoy convencido de que este voto", ha declarado Bayrou, "no es un apoyo a los socialistas sino una advertencia a quienes están en el poder".

El instituto de sondeos Pollsters Opinionway ha señalado a este respecto que el 27% de quienes votaron lo hicieron para castigar al Ejecutivo, mientras que el 56% reconocía que su voto no había tenido que ver con ello.

Se espera que Sarkozy, quien no hecho declaración alguna tras la primera vuelta, rompa su silencio el martes durante una visita a la ciudad de Tolón que estará dedicada especialmente a la inmigración.

Impulso a la agenda reformista

El primer ministro François Fillon ha declarado que el Gobierno impulsará la agenda reformista de Sarkozy con independencia de los resultados finales de los comicios municipales. Fillon ha acusado además a la oposición de exacerbar las tensiones a nivel nacional en un intento de sacar ventaja en la esfera local. "Lo que está en juego es la gestión de nuestras ciudades, pueblos y provincias", ha recalcado.

No todo han sido reveses para la derecha en las elecciones del domingo. Por ejemplo, el ex primer ministro Alain Juppé fue reelegido con una amplia mayoría como alcalde de Burdeos. De los 13 ministros que aspiraban a hacerse con un gobierno municipal, seis fueron elegidos y los otros siete lograron pasar a la segunda vuelta.

Los comicios municipales tienen una notable relevancia en Francia, ya que muchos políticos nacionales buscan ser elegidos con la esperanza de construir bases de poder locales.