La catedral de Burgos exhibe las polémicas puertas de Antonio López: "Si la obra es buena da un poco igual el sitio"
- Las críticas contra su sustitución por las originales del siglo XVIII han impedido por ahora su instalación
- El artista manchego ha presentado su obra como una mezcla entre lo cotidiano y lo sobrenatural
Las puertas de bronce diseñadas por el pintor y escultor Antonio López para la catedral de Burgos ya se pueden visitar en el museo del edificio, tras seis años de trabajo del artista madrileño. Sin embargo, las críticas contra su sustitución por las originales de madera del siglo XVIII han impedido que, por el momento, las puertas hayan podido ser instaladas en la fachada principal de Santa María, para la que fueron concebidas.
El artista manchego ha sido el encargado de presentar este sábado el complejo escultórico en un acto de inauguración en el que ha tratado de eludir la polémica. "Si la obra es buena da un poco igual el sitio, y si no es buena, también", ha asegurado a los medios antes de presentar al público esas tres grandes puertas de bronce, diseñadas para conmemorar los 800 años de la catedral (1221-2021), y que con algo de retraso han quedado expuestas en el museo catedralicio.
Antonio López ha definido las puertas como una mezcla de lo cotidiano, representado en las dos puertas laterales, y lo sobrenatural, encarnado en el relieve de Dios padre plasmado en la doble hoja de la puerta central.
De estilo hiperrealista, pesan en total ocho toneladas y se organizan en tres grandes cuerpos dedicados a la Anunciación, la Creación y la Encarnación, unidos por un mismo escenario, 'el jardín', un espacio simbólico desde el que la obra se abre a la ciudad de Burgos.
López inició el proyecto en 2019 y, dos años después, empezó a recibir críticas ante la posibilidad de que las puertas de bronce sustituyeran a las originales de madera, aunque para entonces su equipo ya había empezado a trabajar.
Gonzalo Jiménez, coordinador del equipo de diez personas que ha elaborado las puertas, ha explicado que en esos momentos el artista les dijo: “Vamos a hacer las puertas mejores de que seamos capaces y lo demás no importa”, y sobre esa idea han estado trabajando todos estos años.
Antonio López posa durante la presentación de las nuevas puertas de la catedral de Burgos
Un reto para el artista
Antonio López ha explicado que el encargo, que ha costado 1,2 millones de euros —el 87% pagado por el Cabildo de la Catedral y el resto por varios empresarios— fue un reto porque se salía de su trayectoria, vinculada a lo cotidiano, a su familia, la ciudad y su entorno, plasmados desde un punto de vista figurativo.
"Ha sido un encargo de una envergadura enorme, que no hubiera realizado de otra manera", ha admitido, tras recordar que desde hace miles de años, desde la época egipcia, los artistas han vivido de los encargos y de la obra religiosa, pero la realidad actual es distinta, y más para un pintor figurativo.
El resultado es un conjunto escultórico compuesto por dos puertas laterales, de dos toneladas de peso cada una, y una central de dos hojas, de cuatro toneladas y seis metros de altura, que representa tres momentos de la tradición cristiana.
La puerta de La Anunciación es la dedicada a la Virgen María adolescente, mientras que la de La Encarnación se dedica al Niño Jesús, y en ellas se representa también el jardín del edén, una bandada de estorninos que recuerda al Espíritu Santo, y un relieve que representa la Catedral de Burgos.
En el centro, la puerta de La Creación, con un gran rostro de Dios, un hombre y una mujer, y que pese a sus grandes dimensiones es fácil de abrir y cerrar, como ha demostrado el propio artista bromeando con los medios, y probando la efectividad del sistema de rodamientos que las soporta.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y el arzobispo emérito de Burgos, Fidel Herráez, junto a Antonio López EFE/Santi Otero
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha recordado que el emplazamiento de las nuevas puertas en el museo de la catedral será provisional, aunque por tiempo indefinido, sin que desistan de su intención de que acaben ubicando en la portada de Santa María.
Ha expresado su deseo de “ver la acogida que tienen y, llegado el momento, realizar un proyecto con una valoración de impacto patrimonial para solicitar a las autoridades la instalación de las puertas en el lugar para el que han sido diseñadas, aunque sin prisa”.
Informe desfavorable de la Unesco
El conjunto escultórico se encargó para que la catedral dispusiera de un testimonio para la posteridad del VIII centenario, y aunque el proyecto se presentó en 2020 no fue hasta principios de 2021 cuando surgieron las primeras críticas, con una campaña de recogida de firmas que sumó 80.000 apoyos.
Expertos en arquitectura, arte o historia, entre otros, firmaron un manifiesto contrario a su colocación en la fachada principal del templo, que derivó en la creación de una plataforma que sigue activa; y hubo rechazo de entidades de patrimonio relevantes como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Icomos, el organismo asesor de la Unesco para temas de patrimonio, emitió un informe desfavorable y recomendó al Cabildo, de manera reiterada, que buscara otra ubicación; incluso la Unesco avisó de que podría estar en riesgo la declaración del templo como Patrimonio de la Humanidad.
Con todo ello, el Cabildo optó por plantear varias alternativas a la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que finalmente autorizó su instalación en el museo catedralicio, aunque el Cabildo confía en que cuando la sociedad vea las puertas, se valorará su riqueza artística y patrimonial.
Las puertas se pueden visitar de forma gratuita en la capilla de Santiago hasta el 5 de diciembre; posteriormente, se podrá acceder a ellas con la entrada para visitar la catedral.