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Investidura de Trump

Donald Trump, nuevo presidente de Estados Unidos: "Desde hoy, América primero"

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Trump promete devolver el poder de Washington al pueblo en su primer discurso como presidente de EE.UU.

Donald Trump ha prometido devolver el poder al pueblo en un primer discurso como presidente de Estados Unidos populista y patriótico en el que ha criticado el legado de Barack Obama. Nada más jurar el cargo, Trump ha afirmado que "desde hoy, América será lo primero", un mensaje dirigido a las clases medias más desfavorecidas, claves en su victoria electoral.

[Sigue en vivo y directo la investidura de Donald Trump]

A las 12 de la mañana en Washington (18.00 hora peninsular española) y como marca la tradición, Trump ha jurado el cargo ante el presidente del Tribunal Supremo. Lo ha hecho sobre dos biblias -una que le regaló su madre hace 60 años, y la que utilizaron Abraham Lincoln y Barack Obama- sostenidas ambas por su esposa y primera dama, una contenida Melania Trump.

Donald Trump jura y toma posesión como 45 presidente de los EE.UU.

Una ceremonia fría y con una discreta asistencia

Bajo un cielo gris y una lluvia intermitente, cientos de miles de personas han asistido a una ceremonia de investidura sobria y sin grandes estrellas de fama mundial como las que arroparon al primer presidente negro en 2009. Bandas militares, un coro mormón y otro universitario han amenizado la celebración, mientras que Jackie Evancho -una adolescente de 16 años finalista de un concurso televisivo- ha interpretado el himno nacional.

Los organizadores esperaban que asistieran unas 900.000 personas pero apenas han congregado a 250.000, según las estimaciones de los medios de comunicación estadounidenses, una cifra muy lejana a los dos millones que acompañaron a Obama en su primer mandato. Las imágenes aéreas de la explanada del National Mall, frente al Capitolio, evidencian el contraste.

Comparativa de las ceremonias de investidura de Obama y Trump

La explanada frente al Capitolio durante las ceremonias de investidura de Barack Obama (izquierda 2009 ) y de Donald Trump (derecha 2016). LJ/MDP/HK

Entre los invitados al acto han estado todos los presidentes vivos de EE.UU: Jimmy Carter, Bill Clinton, George W.Bush y el saliente Barack Obama, a excepción de George Bush padre, que se ha ausentado por motivos de salud. Aunque las miradas han estado puestas en Hillary Clinton, derrotada por Donald Trump en las pasadas elecciones y que ha sido recibida con aplausos por la multitud.

Con el pulgar levantado en señal de victoria, el magnate, ya convertido en el 45º presidente de EE.UU., ha pronunciado un esperado discurso, en el que más que presentar las líneas maestras de su gobierno, ha repetido palabra por palabra los eslóganes de su campaña electoral: Make America Great Again y America First ("Hacer a América grande de nuevo" y "América primero").

Donald Trump jura como presidente de los EE.UU. en una ceremonia que arranca con los Obama en la Casa Blanca

Ataque al legado de Obama

"La ceremonia de hoy tiene un significado especial. No estamos transfiriendo el poder de un partido a otro; estamos transfiriendo el poder de Washington D.C a vosotros, al pueblo (...). Este es vuestro momento", ha afirmado el presidente estadounidense, que ha atacado al establishment por "enriquecerse" a costa de los ciudadanos.

Ante la clase dirigente del país que, con mucha seriedad ha presenciado el discurso en la escalinata del Capitolio, el primer presidente de EE.UU. sin experiencia política, diplomática o militar previa ha reprochado que durante años no hayan compartido sus "victorias" y "triunfos" con "las mujeres y los hombres olvidados" del país. "Esto cambia justo aquí y justo ahora", ha advertido.

La toma de posesión de Donald Trump como presidente de EE.UU., en imágenes

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  • Primer baile presidencial

    El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, han elegido la mítica canción "My Way", de Frank Sinatra, para su primer baile como nuevos inquilinos de la Casa Blanca. 

  • El momento más dulce de la jornada

    Melania Trump y Karen Pence observan cómo el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cortan un pastel con una espada durante el baile de Saludo a las Fuerzas Armadas. 

Trump ha asegurado que empieza una nueva era, resumida en la frase: "América primero", y ha invitado a todos a "formar parte de un movimiento histórico". "Durante muchas décadas hemos dado dinero a los ejércitos de otros países, fábricas a otros países, hemos defendido las fronteras de otros países (...) a partir de ahora las decisiones sobre impuestos, inmigración, comercio o exteriores se harán para beneficiar a las familias estadounidenses. Tenemos que proteger nuestras fronteras de quienes quieren robar nuestras fábricas y destruir nuestros puestos de trabajo", ha dicho, sin mencionar su principal promesa electoral: construir un muro en la frontera con México para frenar la inmigración irregular.

Recuperaremos nuestros puestos de trabajo, nuestras fronteras, nuestra riqueza y nuestros sueños

El proteccionismo como lema de la era Trump

En una intervención de algo menos de 20 minutos, el nuevo presidente se ha dirigido tan sólo a los 60 millones que le votaron en las elecciones y se ha olvidado de los 62,5 millones que lo hicieron por Hillary Clinton. Pese a hallarse ante los Estados Unidos más fracturados de los últimos años, apenas se le ha oído un mensaje conciliador: "Somos una única nación (...) Compartimos un corazón, un hogar y un glorioso destino", ha dicho Trump para volver enseguida a insistir en su discurso excluyente y proteccionista: "Recuperaremos nuestros puestos de trabajo, nuestras fronteras, nuestra riqueza y nuestros sueños".

Y ese proteccionismo es el que va regir su política económica, sintetizada en dos sencillas reglas: "Comprar productos estadounidenses y contratar a ciudadanos estadounidenses", ha dicho, entre aplausos.

Miles de personas han esperado largas colas y pasado severos controles de seguridad para presenciar la investidura de Donald Trump como presidente de EE.UU.

El nuevo presidente también ha prometido erradicar el terrorismo yihadista: "Reforzaremos viejas alianzas y formaremos nuevas. Y uniremos el mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico, al que erradicaremos completamente de la faz de la tierra". Este ha sido su principal mensaje de política exterior en un discurso centrado en asuntos nacionales.

Compartimos un corazón, un hogar y un glorioso destino

Y, antes de despedirse, con el puño en alto, ha prometido no decepcionar a quienes le han votado y ha repetido su leitmotiv: "Vuestra valentía nos guiará por el camino para que Norteamérica vuelva a ser fuerte otra vez, rica, orgullosa, segura de nuevo y juntos haremos a América grande de nuevo”.

Enfrentamientos entre manifestantes y policía

Cerca de 30.000 agentes y 5.000 miembros de la Guardia Nacional han blindado Washington para evitar cualquier amenaza, desde un posible francotirador a un atentado con dron, ha explicado el director de los Servicios Secretos.

Antes de la investidura ha habido algunos actos vandálicos y un grupo de manifestantes ha intentado impedir la entrada a la explanada del National Mall. Tras el discurso un centenar de personas se han enfrentado a la policía y han sido dispersadas con gases lacrimógenos. La confrontación ha dejado "varios heridos leves, alrededor de 90 detenidos y daños significativos" en establecimientos y coches, según el comunicado de la policía. Los choques han tenido lugar a apenas cuatro calles del lugar por el que la caravana presidencial ha llevado a Trump hasta la Casa Blanca.

Alrededor de 100 personas han sido detenidas durante el enfrentamiento de alrededor de medio millar de manifestantes y la policía durante una protesta contra Donald Trump.

Hasta un centenar de manifestaciones están autorizadas este viernes en la capital estadounidense: desde grupos contra el racismo, feministas, pacifistas o hasta promarihuana. Una contestación nunca vista en una toma de posesión.

Una popularidad baja y muchos desafíos

Tras la investidura, Trump ha mantenido un almuerzo con los congresistas y ha firmado sus primeros decretos acompañado por algunos miembros de su nuevo gabinete, poblado de hombres, blancos, multimillonarios y ultraconservadores. Se espera que en las próximas horas firme órdenes ejecutivas de calado, entre ellas si es fiel a su palabra, derogar la reforma sanitaria de Obama. Después se ha dirigido hacia la mansión presidencial en su limusina negra, rodeado de una estricta seguridad. Los nuevos inquilinos de la Casa Blanca -Donald, Melania y el pequeño Barron- se han bajado varias veces del coche durante el desfile para saludar a sus seguidores.

Desde hoy Trump toma las riendas de una América desunidacomo reducir la desigualdad económica, superar las tensiones raciales, reconducir las relaciones con Rusia y cerrar las heridas de las guerras de Irak y Afganistán, entre otros. Y lo hace con el índice de popularidad más bajo de todos los presidentes que han asumido el cargo: a 18 puntos del que hasta ahora había tenido menos aceptación, Ronald Reagan en 1981, y a 44 puntos de Barack Obama en 2009.