Zidane también hace magia en el banquillo
- Ha logrado dar la vuelta a la Liga con una racha récord de 12 victorias
- Debutó como entrenador de élite tras la destitución de Benítez en enero
- Con la vista en la ‘Undécima’, augura una nueva era para el Real Madrid
Zidane, de blanco
Jugador desde 2001 a 2006
Asesor del presidente y director del primer equipo de 2009 a 2013
Segundo entrenador (con Carlo Ancelotti) en la temporada 2013/14
Entrenador del Castilla de 2014 a 2016
Entrenador del primer equipo desde el 4 de enero de 2016
La afición madridista le despidió como jugador en 2006 dándole las gracias por la “magia” que tenía en sus pies; y una década después también ha quedado deslumbrada por sus dotes como entrenador tras dar la vuelta a una Liga que tenía muy encarrilada el Barça.
Y es que Zinedine Zidane (Marsella, 1974) es un hombre de golpes de efecto y de éxitos.
Liderando a sus equipos desde el centro del campo con sus peculiares ‘controles orientados’ o su olfato de gol, lo ganó todo con la selección (Mundial 1998 y Eurocopa 2000), había conseguido el ‘scudetto’ con la Juventus y solo le faltaba la Champions.
Con ese objetivo lo fichó Florentino Pérez para el Real Madrid en 2001. Y lo cumplió en su primera temporada con el tanto decisivo en la final de Glasgow ante el Leverkusen. Y no uno cualquiera, sino uno de los más recordados de la historia de la competición: la volea que dio a los blancos su Novena ‘orejona’.
Ahora, como técnico, ha vuelto a demostrar su eficacia con el mérito añadido de hacerlo en su debut en la élite, pues cuando se hizo cargo del banquillo madridista en enero solo tenía la experiencia de técnico ayudante en el primer equipo y de entrenador del filial.
Benítez había dejado al equipo eliminado de la Copa por alineación indebida, clasificado para octavos de Champions y tercero en la Liga en la jornada 18ª con una desventaja virtual de cinco puntos respecto al Barça (entonces eran dos, aunque los culés había jugado un partido menos).
A pesar de las opciones de doblete, el ánimo era bajo tras las recientes derrotas ante el Villarreal y, sobre todo, el 0-4 ante el eterno rival. Así las cosas, el Bernabéu le recibió como regalo de Reyes confiado en que repitiera la magia.
Punto de inflexión
Tras el plácido debut (5-0 al Depor) hubo altibajos (incluidos dos empates) y un punto de inflexión: su primera derrota como entrenador, ante el Atlético (0-1). Era el segundo gran jarro de agua fría de la temporada en casa, que dejaba al equipo a cuatro puntos de los de Simeone y a 12 puntos de los de Luis Enrique.
Con un estilo comunicativo muy diferente al de su homólogo en el Barça, la desesperación, la intención de quitar presión a su plantilla o una mezcla de las dos llevó a Zidane a asumir un extraño protagonismo mediático en esas fechas.
Alguna de las pocas polémicas de esta etapa ha venido a cuenta de Cristiano Ronaldo, primero todo cuando el portugués achacó a la mala forma de sus compañeros la derrota ante los colchoneros. El entrenador le desmintió. (Semanas después, cuando su admirado delantero se lesionó en las postrimerías de un partido ya decidido, admitió que tenía que haberle dado descanso pero que no sabía cómo sentarle en el banquillo).
Pero sobre todo aquel 27 de febrero en la sala de prensa del Bernabéu prensa dio este titular: “Antes de que me preguntéis, la Liga está acabada”. Aunque inmediatamente añadió que había pelear hasta el final: “No vamos a tirar la temporada pase lo que pase”.
Y lo que ha pasado es que, al margen de que el Atlético no ha aguantado la exigencia de pelear hasta el último día en la Liga al tiempo que en Europa, los dos gigantes han tenido unas inverosímiles trayectorias contrapuestas.
Poco después, el Madrid devolvió el golpe al Barça en el Camp Nou (1-2) para romper su racha de 39 partidos invicto. A esa derrota le siguieron otras dos casi seguidas en Liga y la eliminación de la Champions. Mientras, el Madrid caminaba con mejor fortuna en los cruces hacia la final de Milán y ha sumado 12 victorias seguidas en Liga.
Un récord de Zidane (que iguala las mejores racha ligueras de la historia del equipo, con Pellegrini en la temporada 2009/10 y Ancelotti en la 2014/15) que ha colocado al equipo por primera vez con ventaja en la clasificación en la última jornada. Otro golpe de magia.