Rybakina se une al club de 'maestras' y alarga el maleficio de Sabalenka en las WTA Finals
- La kazaja se impuso a la número 1 del mundo por 6-3 y 7-6
- Es la segunda final para Sabalenka y su segunda derrota en las WTA Finals
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La kazaja Elena Rybakina alargó el maleficio en las Finales WTA de la número uno del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka, al vencer en la final de Riad por 6-3 y 7-6(0) y coronarse por primera vez en su carrera 'maestra' del tenis femenino.
La kazaja aprovechó la eficacia de su saque y el alto nivel que logró mantener durante todo el partido para cerrar su mayor éxito profesional tras el que logró en Wimbledon en el 2022. Ahora, en su tercera presencia seguida entre las ocho mejores de la temporada logró su otro gran premio.
Nunca antes había pasado la fase de grupos la jugadora kazaja de origen ruso que ha logrado el trofeo después de una final que se prolongó durante una hora y 48 minutos y que logró con pleno de triunfo. Rybakina, que cierra el año con 5,23 millones de dólares de premio y 1500 puntos para la clasificación mundial, ganó los cinco envites que tuvo en las WTA Finals de Riad.
Un buen cierre a un mal año
El triunfo en Riad da lustre a un año discreto de la kazaja, que no había disfrutado de un año sobresaliente. Tan solo los títulos en Estrasburgo y Ningbo dieron algo de color a su campaña antes de llegar al torneo entre las ocho mejores raquetas del mundo.
Rybakina, además, tenía el parcial con Sabalenka en contra. Había perdido ocho de los trece partidos que hasta ahora habían jugado, incluidos los tres disputados en 2025. Un triunfo cimentado en su gran servicio, sin conceder bolas de rotura y a un nuevo cortocircuito de Sabalenka, quien no fue capaz siquiera de hacer un punto en el tie-break definitivo, cayendo por un contundente 7-0.
La número 1 del mundo vuelve a dejar el torneo sin lograr un triunfo que se le resiste y alarga su maleficio. Cinco presencias y ninguna victoria. Por segunda vez llegó a la final y otra vez perdió, alargando su gran problema para resolver finales de alto nivel, como este año demostró en Roland Garros o el Open de Australia de este curso, cayendo cuando partía como principal favorita ante Gauff y Keys.
