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Tour de Francia 2020

El Tour 2020: una carrera Niza-París con una solo 'crono' y nuevos puertos

  • La ronda francesa prescinde de la contrarreloj por equipos y estrenará subidas
  • Chris Froome ha aparecido cojeando en la presentación del recorrido de la 107ª edición

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El Tour de Francia se asemeja más a la Vuelta en 2020

Apenas 48 horas después del cierre oficioso de la temporada, tras la disputa de la última clásica, los ciclistas ya pueden preparar al detalle la carrera por etapas más importante de la próxima: el Tour de Francia, que en 2020 tendrá menos contrarreloj (solo habrá una, individual y ¡con final en alto!) y estrenará varios puertos.

Esas son las dos grandes novedades de la Grande Boucle del año que viene, cuyo recorrido, muy sureño, ha sido presentado este martes, con la presencia de la mayoría de estrellas, empezando por el último ganador, el colombiano Egan Bernal, y su compañero Chris Froome.

El británico ha aparecido en París cojeando, debido a la grave lesión que le impidió defender su título en la pasada edición y de la que todavía se está recuperando.

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Con la duda de saber si podrá volver a competir al máximo nivel, en todo caso el equipo Inneos en el que militan ellos dos y Geraint Thomas (ganador en 2018) volverá a presentarse como el gran favorito en Niza, que acogerá por segunda vez la gran salida.

La primera etapa será una oportunidad para que los velocistas se luzcan en la Promenade des Anglais (paseo de los Ingleses), el paseo marítimo de la capital de la Costa Azul escenario de un atentado terrorista en 2016 en el que un suicida mató a 86 personas.

A diferencia de anteriores ediciones, después no habrá contrarreloj por equipos, en toda la carrera. En cambio, habrá montaña a las primeras de cambio, algo a lo que el Tour se resistía.

De hecho las rampas importantes llegarán ya en la segunda etapa, incluidos dos puertos de dificultad considerable (no se ha concretado su categoría) por encima de los 1.500 metros de altitud. Será la primera de las seis llegadas en alto de la competición, que pasará por los cinco macizos de la Francia continental, incluidos los Pirineos y los Alpes (por este orden).

Más allá de Méribel

No obstante, en esta ocasión se dejarán de lado algunas subidas tradicionales (como el Tourmalet, el Galibier, el Mont Ventoux, o el Alpe d'Huez) y, sin embargo, se afrontarán varias subidas inéditas. La 17ª etapa, que combina estos dos ingredientes, es a priori la reina de esta 107ª edición y es que en los últimos 50 kilómetros encadenará el coloso de la Madeleine con el inédito puerto de Loze por una nueva ruta exclusiva para bicis que asciende más allá de la estación de Méribel, en la Savoya.

En invierno, esa ruta es una pista de esquí, con un desnivel irregular y una pendiente media de casi el 8% durante más de 21 km en total. Fue allí, por cierto, donde la recientemente fallecida Blanca Fernández Ochoa se convirtió en 1992 en la primera española en lograr una medalla olímpica.

Pero la emoción está garantizada hasta (casi) el final, ya que la única contrarreloj se disputará en la penúltima jornada: serán 36 km, los seis últimos de dura ascensión a La Planche des Belles Filles. Malas noticias para los especialistas en la disciplina individual, que normalmente ruedn mejor que los demás en el llano y que esta vez se enfrentarán a una especie de cronoescalada.

La última, como es costumbre, será un trámite en París, adonde los ciclistas llegarán tras recorrer 3.470 kilómetros sin salir de territorio francés y en su gran mayoría en la mitad meridional del Hexágono. Unas carreteras que la serpiente multicolor también frecuenta en la París-Niza, la prueba que también organiza la empresa ASO unos meses antes y que los líderes usan como preparación para el Tour.

La afición local pondrá sus esperanzas sobre todo en Julian Alaphilippe y Thibaut Pinot,  los más aplaudidos en la gala, retransmitida por TV desde el Palacio de Congresos de la capital francesa, y a los que este recorrido puede adaptarse bien.

De las 21 etapas, la más larga tendrá 218 kilómetros (la 12ª) y la que más ascenso acumule será la que acabe en el Puy Mary (13ª), con 4.400 metros de desnivel por el Macizo Central. Habrá dos jornadas de descanso.

En esta ocasión, la ronda gala por excelencia se disputará una semana antes de lo habitual debido a la cercanía con los Juegos Olímpicos de Tokio (cuyas pruebas ciclistas en ruta tendrán lugar entre el 25 y el 29 de julio).