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Roland Garros 2011 | Rafa Nadal - Robin Soderling

Nadal se sacude las dudas ante Soderling

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Nadal acaba con Soderling

Rafa Nadal despeja todas las dudas y entra en semifinales de Roland Garros 2011. Lo ha hecho superando su prueba más exigente hasta la fecha, el sueco Robin Soderling, quinta raqueta mundial, y recuperando su nivel por lo menos hasta la siguiente ronda (6-4, 6-1 y 7-6 | Datos y estadísticas)

Su rival se había mostrado la víspera muy confiado sobre sus posibilidades, pero se encontró un Nadal muy enrabietado; con él, con los medios de comunicación y sobre todo consigo mismo.

El resurgir del campeón es una seria advertencia para Andy Murray, que venció al argentino Juan Ignacio Chela, en un disputado duelo (7-6, 7-5 y 6-2) en el que el escocés levantó dos bolas de set en el primero de los tres. De esta forma, las semifinales se completan con los cuatro primeros del ránking: Nadal-Murray, primero contra cuarto; Djokovic-Federer, segundo contra tercero.

El público parisino pudo disfrutar -es un decir, porque volvieron a escucharse los gritos de "Robin, Robin"- por fin del mejor tenis del número uno mundial, el que no se había visto más que con cuentagotas en las cuatro rondas anteriores. Rafa buscó el contrapié del sueco, zona vulnerable por su envergadura, y encontró muchos huecos con su 'drive' paralelo.

Un buen Soderling hizo más meritoria la victoria del manacorense; tan solo bajó de nivel en el segundo set, que tiró por el desagüe. El de Tibro lo intentó con su ya conocida derecha plana, que usa para rematar cuando abre ángulos y mueve a su rival de lado a lado. Su principal error fue estratégico, puesto que en ocasiones se precipitó a la hora de tratar de cerrar los puntos.

Soderling se vio sorprendido por un inicio de partido que no se esperaba de Rafa. El balear salió muy concentrado y motivadísimo, devolviendo con solvencia los 'mazazos' de su oponente. Ni rastro del ansia que en partidos anteriores le hacía perder los peloteos.

Las bolas de Nadal encontraban la profundidad que no se vio en rondas anteriores y el sueco trataba de devolverlas con cierto peligro, valiente, forzando en algunas ocasiones errores que le dieron a su rival tres juegos seguidos.

Las prisas por acabar los puntos que mostraba Soderling beneficiaron al de Manacor. Sin embargo, Soderling reaccionó tras el primer descanso a tiempo para nivelar el nivel de juego, con el beneplácito del público francés.

Aunque no fue determinante, sí condicionante el efecto del viento. El 3-0 de Nadal vino desde el lado bueno de la pista, el que tenía viento a favor. Con viento en contra, Rafa cedió un saque y vio la ventaja recortada a 3-2. Pero supo mantener su servicio a pesar de los cambios de pista, suficiente para apuntarse el set.

Soderling se borra y reaparece

Soderling demostró en el segundo set su carácter... pero para lo malo. Empezó sirviendo bien, pero en el siguiente juego reclamó una bola que Nadal había mandado claramente a la línea; quizá en respuesta a otra que en el primer set cantó fuera el español parando el punto. El árbitro no le dio la razón y el 5º del mundo se enfurruñó tanto que desapareció.

No volvió a ganar un solo juego y Rafa le hizo un 6-0 con una contundencia que aún no había visto el público de la Philippe Chatrier en lo que llevaba de torneo.

El bajón de Soderling no resta méritos al gran nivel de tenis desplegado por el español, que sacó de la pista a su rival y se adjudicó el segundo parcial en poco más de media hora, aunque ayudó el paupérrimo 43% de primeros servicios del sueco.

El sueco mejoró su porcentaje de saques y eso se dejó notar en la última manga, la más larga, igualada y de mayor nivel del encuentro. Soderling remontó un 'break' prácticamente de inicio de Nadal y defendió con uñas y dientes su saque.

Incluso llegó a disfrutar de varias opciones de rotura con 5-5 y el público volcado a su favor. De nuevo los gritos de "Robin, Robin" que sirvieron, no obstante, de revulsivo para Rafa y ganar el juego para forzar el 'tie break'.

No hubo opción a romper el servicio del sueco y el set se fue al desempate, donde volvió la versión malhumorada de Soderling para ceder dos saques con doble falta incluida y, a partir de ahí, cerrar el español la manga y el partido con la autoridad de un campeón. Nadal no no es que regrese, ¿quién dijo que se había ido?