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Suecia sucumbe a una Francia que jugará de nuevo la final

  • Ni el público ni el empuje inicial bastaron para doblegar al campeón (29-26)
  • El pivote Bertrand Gille lideró a los galos con ocho tantos
  • Será la cuarta final en cuatro años para los hombres de Claude Onesta
  • Ver también: Especial Mundial de Balonmano 2011    

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Mundial de Balonmano: Suecia 26-29 Francia - 28/01/11

Ficha técnica:

29 - Francia: Omeyer; Abalo (2), Barachet (2), Bertrand Gille (8), Dinart (-), Karabatic (3) y Guigou (8, 2p) -equipo inicial- Karaboue (ps), Joli (1p), Fernandez (2), Accambray (3), Junillon (-), Honrubia (-), Bingo (-) y Sorhaindo (-)

26 - Suecia: Sjostrand; Ekberg (3, 1p), Carlen (5), Doder (3), Larholm (2), Kallman (6) y Arrheinius (2) -equipo inicial- Andersson (ps), Gustafsson (-), Jakobsson (-), Jernemyr (-), Lennartsson (-), Karlsson (-), Larsson (-), Petersen (-) y Ekdahl du Rietz (5)

Marcador cada cinco minutos: 2-3, 4-4, 7-5, 10-7, 11-10 y 15-12 (Descanso) 18-13, 20-16, 24-17, 25-20, 25-22 y 29-26 (Final)

La selección francesa cumplió con los pronósticos y se clasificó para la gran final del Campeonato del Mundo de Suecia, tras imponerse por 29-26 a Suecia, en un excepcional encuentro del pivote Bertrand Gille.

El pivote del Hamburgo, que ya fue decisivo en los títulos mundiales que el conjunto galo conquistó en los años 2001 y 2009, parece empeñado en colgarse una tercera medalla de oro con la que engrandecer todavía más su ya inmejorable palmarés. Gille no falló ni uno de los ocho lanzamientos que intentó, para desesperación de la defensa sueca, que nunca encontró la forma de detener los inteligentes movimientos del pivote francés.

La defensa francesa fue mermando poco a poco la moral de los lanzadores suecos, el único recurso ofensivo del conjunto nórdico, que ni tan siquiera intentó conectar con el pivote Robert Arrhenius hasta llegara a menos de cuatro minutos para la conclusión.

Francia aprovechó esa carencia para disparar la renta de tres goles (15-12) con la que llegó al descanso, hasta unos ya inalcanzables siete goles (24-17) llegados al ecuador del segundo tiempo.

Pero al igual que ya le ocurriera en la primera fase ante España, que logró enjugar la renta de seis goles con la que encaró el tramo final del encuentro, Francia volvió a desplomarse en el último cuarto de hora del partido.

Un desplome físico o exceso de relajación que posibilitó que Suecia reducir su desventaja a tan sólo dos tantos (26-24) a menos de tres minutos para el final.

Pero la remontada sueca se vio frustrada por una última exclusión del lateral Oscar Carlén, que bastó a Francia para escaparse nuevamente hasta lo cuatro goles de diferencia, que tan sólo un último tanto de Jonas Kallman logró maquillar (29-26).

Un tanteador que permite al equipo francés, vigente campeón olímpico, mundial y continental, sellar su clasificación para la gran final, la cuarta en cuatro años para los de Claude Onesta, donde espera al vencedor del duelo entre España y Dinamarca.