Enlaces accesibilidad

El Barça ya es campeón

Por
Raúl discute con sus compañeros, la imagen de la impotencia.
Raúl discute con sus compañeros, la imagen de la impotencia.

Se acabó el suspense. La Liga ya es del Barça y sin bajarse del autobús. Sólo hizo falta que el Madrid se rindiera a la evidencia en Villarreal, con una derrota -la tercera consecutiva-, que además hace fuerte a los de Pellegrini en la lucha por la Champions.

El partido fue un reflejo de lo que ha sido la temporada del Madrid hasta el momento. Un quiero y no puedo, nadar para ahogarse en la orilla. Un ejemplo de que sólo con ganas no se pueden ganar títulos.

Además, el Villarreal se redimió con el Barcelona, al que privó de la fiesta del título el pasado domingo, pero al que le garantizó el campeonato con su victoria ante el Real Madrid en un partido en el que fue superior.

El Real Madrid no demostró haber viajado en pos de la victoria y se mostró como un equipo con el estado de ánimo muy bajo y con poco argumentos futbolísticos.

El encuentro empezó espeso por parte de ambos equipos, aunque el Real Madrid se mostró más centrado que hace una semana en Mestalla, por lo que al Villarreal le costó un poco hacerse con la riendas del juego.

Lo logró con un par de jugadas en las que llegó con cierta claridad a la meta del Real Madrid, hasta que en el minuto 17 un gran contragolpe iniciado por Cani acabó con un impecable centro de Ibagaza que Pires cabeceó muy colocado, lejos del alcance de Casillas.

Tras el gol, el Real Madrid no tardó en adueñarse del partido, que se jugó a partir de entonces en el medio campo local. Sin embargo, ese dominio no estuvo acompañado de la creación de peligro ante la portería defendida por Diego López.

El Villarreal, por su parte, se sentía cómodo con la posibilidad de salir desde atrás a la contra a buscar el segundo tanto, dispuso de un par de ocasiones no demasiado claras ante la meta de Iker Casillas.

Al Real Madrid le sobraba el balón y le faltaba claridad en el ataque, mientras que el Villarreal, al contragolpe, creaba problemas a la defensa del equipo visitante.

El partido cambió en la primera acción de la segunda parte y en el primer balón que tocó Higuaín. Fue un centro desde la izquierda de Torres que el recién incorporado devolvió de primeras al centro del área para que Van der Vaart empatara el encuentro. Era la primera ocasión clara del equipo madrileño.

Al Real Madrid no le sentó bien el gol. El Villarreal adelantó líneas y recuperó el dominio que no había tenido en el primer tiempo, pero la faltaba fuelle, por lo que Bruno entró por Ibagaza, con lo que el equipo local ganó en consistencia.

Ahora, era el Real Madrid el que buscaba el gol a la contra, pero casi todos sus ataques se resolvían con disparos lejanos que no inquietaban a Diego López.

Aunque el estilo de juego de uno y otro equipo era muy diferente, las fuerzas estaban parejas y las imprecisiones eran constantes. En esa tesitura, Cani agarró un balón suelto en el área y logró el 2-1 con un potente disparo.

Tras el gol, el Villarreal durante algunos minutos tuvo a su merced al Real Madrid y Capdevila estrelló un balón en el larguero (m.66). Eran los mejores minutos del equipo local ante un rival desconcertado.

Al partido le restaba un final trepidante y lo tuvo.  A los 88 minutos llegó el empate a dos, logrado por Higuaín en una acción en la que los jugadores locales reclamaron el fuera de juego de tres futbolistas del equipo madrileño. Sin embargo, un minuto después, en un córner, Capdevila marcó el 3-2 ante el delirio del Madrigal.

El triunfo fue para el equipo que más lo buscó, el que más lo necesitaba, así como para el Barcelona que empezó en el minuto noventa de este encuentro el segundo título en tan sólo tres días.