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Sevilla y Athletic de Bilbao se vuelcan en la semifinal de la Copa del Rey

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El Athletic Club de Bilbao está atravesando un gran momento de juego y de resultados.
El Athletic Club de Bilbao está atravesando un gran momento de juego y de resultados.

Se acabaron las bromas. La Copa del rey afronta su penúltimo acto y los cuatro equipos supervivientes saben que tienen que poner toda la carne en el asador porque la final está a un paso y en ella puede ocurrir cualquier cosa. El todopoderoso Barcelona, claro favorito, se enfrenta a un equipo en teoría muy inferior: el Mallorca. La otra semifinal está más igualada. Sevilla y Athletic de Bilbao lucharán por un billete para la final, que les daría opciones a rascar un título esta temporada.

Hasta tal punto son conscientes de que ya casi pueden rozar la Copa con la punta de los dedos, que el entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, ha dicho que el partido de ida ante el Athletic es un choque "histórico" y que por ello no pueden pensar en el derbi del próximo sábado ante el Betis. Es más, el técnico sevillista ha llegado a afirmar que se trata del "partido más importante de la historia", un encuentro en el que "hay que salir sin el freno de mano echado, sin pensar en lo que hay después ni en lo que hubo antes".

"Tenemos que salir sabiendo que nos jugamos algo histórico, que es participar por séptima vez en una final de Copa. No nos importa para nada el derbi en este momento, y soy el más sevillista del mundo, no lo hay más que yo", ha afirmado.

Un Athletic ilusionado como nunca

Por su parte, el Athletic Club viaja a Sevilla ilusionado como hace años no estaba, ante el buen momento de juego y resultados en el que se encuentra y por la posibilidad de reverdecer laureles en su competición 'fetiche', en la que quiere volver a la final 24 años después.

El equipo bilbaíno y, sobre todo su afición, están viviendo con inusitada emoción los días previos a una cita que dista mucho de las angustias pasadas en los tres últimos años y con una fecha entre ceja y ceja: el 13 de mayo, día de la final. Toda esa ilusión se debe a las sensaciones que están emitiendo los dirigidos por Joaquín Caparrós, que en dos meses han escapado ya de manera que parece definitiva del descenso y se han acercado a posiciones europeas.

Aunque ha sido fundamentalmente la forma en la que lo han hecho en el último mes, remontando tres partidos de liga y dos eliminatorias, lo que ha disparado la euforia en Bilbao. Tal es así que el técnico sevillano no quiere "tocar nada", a no ser que se le obliguen los problemas físicos de jugadores como Aitor Ocio, Koiliki Lertxundi, Ion Vélez, los tres convocados y candidatos al equipo titular.