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Isabel Fernández, la larga carrera de la mejor judoka española

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Isabel Fernández Gutiérrez (Alicante, 1 febrero de 1972) anunció hoy su despedida definitiva de los tatamis y con su decisión deja al judo en particular y al deporte español en general sin una de sus grandes campeonas de todos los tiempos, en cuyo palmarés relucen entre múltiples éxitos la denominada triple corona (campeona olímpica, mundial y de Europa).

Fernández ha dicho adiós a la competición a punto de cumplir 37 años, casi treinta después de que una niña que estudiaba en el colegio público de Torrellano (Elche) empezara a practicar judo de la mano de su profesor de gimnasia Romualdo Couzco.

Desde muy joven tuvo inquietudes deportivas y todavía en el colegio no sólo practicó judo, sino también balonmano, especialidad en la que también destacaba. También lo intentó con el ballet "aunque sólo un mes" porque no le gustó, confiesa la propia Isabel Fernández.

Pero el judo ganó el corazón de la joven Isabel pronto y con quince años la joven alicantina ya empezó a demostrar parte del potencial que atesoraba al lograr su primer título de Campeona de España Cadete.

En 1991 se alzó con su primera medalla en un Campeonato de España Absoluto. Fue de plata, en la categoría de -56 kilos. Un año más tarde, mientras en los Juegos Olímpicos de Barcelona, otra judoca alicantina, Míriam Blasco, lograba la primera medalla de oro para una española en una cita olímpica; Isabel Fernández, con 20 años, se alzaba con su primer título nacional. Fue la primera muesca en su palmarés.

En 1995, en la ciudad inglesa de Birmingham subió otro escalón en su carrera al colgarse por primera vez una medalla, la de plata, en un Campeonato de Europa. La primera de muchas, puesto que Isabel Fernández se despide de la competición con trece preseas continentales.

En su continua progresión, la alicantina disputó sus primeros Juegos Olímpicos en Atlanta, en 1996. Siempre ha dicho que no llegaba con pretensiones de medalla, pero se colgó la de bronce. Isabel Fernández ya era alguien importante en el mundo del judo, pero no había hecho más que empezar.

París, ciudad en la que logró numerosos éxitos y en la que le gustaba especialmente competir, vio en 1997 como Isabel Fernández cosechaba su primer gran éxito internacional al ganar la medalla de oro del Campeonato del Mundo.

Un año más tarde, en 1998, era Oviedo la que celebraba el primer oro europeo de los seis que tiene en sus vitrinas. Y en el año 2000 llegó el "colofón" a su carrera, como ella misma lo ha definido, al lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sydney.

De la mano del Judo Club Alicante y de su marido y entrenador Javier Alonso, Isabel Fernández había completado la triple corona, algo al alcance de muy pocos deportistas en el Mundo, pese a lo cual no bajó su exigencia en el trabajo y mantuvo una línea de éxitos hasta el final de su carrera y a haberse retirado estando aún entre las mejores, como lo demuestra la medalla de plata que logró en el último Mundial de Río de Janeiro (2007) o la del último Europeo en Lisboa (2008).

Pero si el palmarés en los tatamis de Isabel Fernández reluce como pocos, fuera de ellos los éxitos también se le acumulan. Premio Nacional del Deporte 'Reina Sofía' en 1998, Medalla de Oro de la Real Orden al Mérito Deportivo y, especialmente, el honor de convertirse en la primera mujer -fuera de la Casa Real- en ser la abanderada de la delegación española en unos Juegos Olímpicos, lo que logró en Atenas 2004.

Deportista como pocas, también destaca por su humanidad, como lo ha demostrado en multitud de oportunidades con el proyecto de judo para niños autistas que lleva su nombre y que se puso en marcha en 2001.

Actualmente, desempeña las funciones de concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Alicante, después de estar un año al frente de la Concejalía de Vivienda, tras formar parte en las listas del Partido Popular en las elecciones municipales de 2007.