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Pique entre británicos y australianos en Pekín

  • El responsable olímpico australiano acusa a los nadadores británicos de falta de higiene
  • Un responsable británico había pronosticado que superarían a Australia en el medallero

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La posición final en el medallero ha originado un pique entre las autoridades deportivas del Reino Unido y Australia, bastante alejado del espíritu olímpico, que ha levantado cierto revuelo después de que el presidente del Comité Olímpico Australiano, John Coates, haya acusado a los nadadores británicos de falta de higiene.

"No está mal para un país que no tiene piscinas y muy poco jabón", fue lo comentó John Coates, según relata el diario británico The Guardian, después de que la nadadora inglesa Rebecca Adlington ganase el oro en los 400 metros libres en la piscina del Centro Nacional Acuático de Pekín, el pasado lunes.

El responsable del equipo de natación británico, David Sparkes, ha evitado la polémica, señalando que no sabe "nada sobre la media de uso de jabón en Australia. No tengo ni idea de su higiene personal".

Pugna en el medallero

El origen del rifirrafe, sin embargo, son unas declaraciones del secretario de Estado británico de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Andy Burnham, que antes de los Juegos Olímpicos señalaba que "viejos rivales como Australia están diciendo que podrían quedar por detrás del equipo del Reino Unido en el medallero".

Poco después, la ministra australiana de Deportes, Kate Ellis, pronosticó que los británicos saldrían derrotados en sus duelos con los australianos: "Los deportistas británicos son conocidos por haber sucumbido a la presión ante los Aussies", como se conoce a los atletas australianos, alimentando la polémica.

Desde los Juegos Olímpicos celebrados en Seúl, hace ahora 20 años, Reino Unido ha quedado siempre por detrás de su ex colonia en el medallero olímpico.