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Termina el sueño olímpico de Pablo Abián

  • Pese a la derrota, el aragonés ofrece una buena imagen
  • Es el primer español en ganar un set olímpico en bádminton

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El zaragozano Pablo Abián no pudo seguir la estela de la donostiarra Yoana Martínez y resultó eliminado del torneo de bádminton de los Juegos Olímpicos de Pekín, donde, al menos, le queda el honor de ser el primer español en ganar un set olímpico en el cuadro masculino.

Abián, quinto en el pasado Europeo, acudía a la capital asiática con la ilusión de convertirse en el primer español en ganar un partido olímpico. Unas horas antes, Martínez se llevó ese honor y al aragonés le quedaba el reto de ser el primer hombre en lograrlo.

Sin embargo, el lituano Kestutis Navickas, ante el que ya había perdido en el único duelo previo entre ambos, frustró sus sueños al imponerse por dos sets a uno en un partido con un ritmo infernal (23-21, 12-21 y 21-9).

Abián, doble campeón de España, comenzó el encuentro ligeramente descentrado, lo que permitió al lituano coger las primeras rentas en el electrónico (4-1). Así, Navickas, que sorprendía a Abián con sus volantes a la línea, llevó la iniciativa durante toda la manga y logró doblar al de Calatayud en el marcador (14-7).

A pesar de todo, Abián no bajó los brazos y fue capaz de reaccionar, con seis puntos consecutivos para empatar la contienda (19-19) y hasta dispuso del primer punto de set del encuentro, 20-19. Sin embargo, el jugador de Kaunas no se rindió y terminó llevándose la primera manga por 23-21.

Perder el primer parcial no hizo mella en la fortaleza mental de Abián. El aragonés consiguió hacerse con la iniciativa tras llevarse un punto que necesitó 17 toques (5-7). Fue el punto de inflexión del set.

Su despegue en el marcador y la calidad de su juego no se hizo esperar. Abián borró de la pista a su adversario, llegando a doblarle (7-14) lo que le permitió dominar el 'tempo' del choque y adjudicarse el set sin problemas (21-12).

La manga definitiva comenzó siendo favorable para los intereses de Pablo (1-3), pero Navickas reaccionó a tiempo, firmó seis puntos consecutivos y se hizo con el mando del choque. Los nervios atenazaron al joven aragonés, que, además, nunca tuvo fortuna con los botes del volante contra la red. Así, cayó por 21-9 y se despide de Pekín con una buena imagen, aunque sin fortuna.