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Tres años después de la invasión, las fuerzas rusas han redoblado sus ataques en los últimos días. Ocupan una quinta parte del territorio de Ucrania: casi todo el Donbás, parte de Zaporiyia y parte de Jersón. La guerra ha dejado una enorme destrucción con aldeas y ciudades completamente arrasadas. Así lo está pudiendo comprobar nuestro enviado especial, Fran Sevilla.

La guerra en Ucrania cumple este lunes tres años. El ex alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, asegura que la Unión Europea y, sobre todo, Ucrania tiene que formar parte de las negociaciones para la paz. "Europa debe definir cuál es su capacidad de acción, aquí no valen ya las palabras, el problema es qué puede hacer la UE para sustituir a la ayuda americana". Borrell considera que "es el colmo de la deshonestidad" decir que Ucrania empezó la guerra o que Zelenski es un dictador e insiste en que hay que desmontar y contrarrestar estas palabras de Trump.

El exjefe de la diplomacia europea no cree que los resultados de las elecciones en Alemania cambien el compromiso con Ucrania. "Es el país que más ha ayudado a Ucrania dentro de la UE y lo seguirán haciendo". Sobre los votos a la extrema derecha, Borell explica que provienen del descontento de una parte de la población. "Es un voto de protesta frente a las desigualdades. Se les plantea la migración como un problema de competencia económica y de seguridad. La extrema derecha vive de eso".

Tres años después del inicio de la guerra, hablamos con nuestros enviados especiales a Ucrania, Aurora Moreno y Fran Sevilla, para saber cómo están el país y sus habitantes; analizamos cuál es la situación en el campo de batalla con Angelica Evans, investigadora del Instituto para el Estudio de la Guerra; preguntamos a cuatro ucranianos, Semen, Tatiana, Oleksandr y Tim qué opinan de los particulares planes de paz de Donald Trump para Ucrania y tratamos de explicar cómo se construye la paz con la ayuda de Mabel González Bustelo, experta en procesos de mediación internacional en conflictos armados y políticos. Este es el primero de los tres especiales que hemos preparado con motivo del tercer aniversario de la guerra de Ucrania.

En estos tres años de invasión, Rusia se ha anexionado varias regiones del este y el sur de Ucrania. Y se suman a Crimea, hace una década. Todo indica que los territorios ocupados serán un elemento clave en las negociaciones de paz. Un equipo de RTVE ha estado en la ciudad de Mariúpol; todo un símbolo de la destrucción que ahora Moscú intenta reconstruir.

FOTO: LARA PRIETO

Los enviados especiales a Ucrania, Aurora Moreno y David Velasco, han visitado una fábrica de drones en una ubicación secreta: "Estos centros se han convertido en uno de los objetivos más buscado por el Ejército ruso". Allí trabajan todos los días del año para producir 1.000 drones al día. "Son un polígono de pruebas, de investigación en tecnología, sobre todo para evitar la interceptación de estos aparatos", nos explica el director del taller. Cada pieza se fabrica en diferentes talleres a lo largo del país y una organización de exsoldados noruegos, Veteran Aid Ukraine, se encarga de llevarlos al frente. Estos drones han cambiado la guerra: uno pequeño puede costar unos 2.500 euros puede acabar con un tanque de dos millones y medio de euros.

En mitad de las acusaciones de Trump a Zelenski, el Gobierno recuerda que el presidente ucraniano "fue elegido democráticamente". Ante las negociaciones del republicano con Putin para alcanzar la paz en Ucrania, la ministra portavoz, Pilar Alegría, ha insistido en que "esa paz duradera que todos queremos no puede ser el resultado de premiar a un agresor". En la misma línea, se ha pronunciado el presidente de los 'populares', Alberto Núñez Feijóo: "Un agresor no puede ganar una guerra", si esto es así, "hay una doble injusticia, la invasión inicial y una paz injusta". Desde el PP echan de menos una llamada de Pedro Sánchez al respecto, que viajará el próximo lunes a Kiev para mostrar su apoyo a Zelenski.

Foto: Europa Press

Deportaciones masivas de migrantes indocumentados, duros aranceles comerciales como medida de presión, el acercamiento a Putin o el desplazamiento forzado de palestinos para construir la 'Riviera de Oriente Medio' en Gaza, son solo algunas de las medidas más polémicas que el magnate Donald Trump ha puesto en marcha en el primer mes de su segundo mandato a la Casa Blanca.

En estos 30 días ha firmado, con las cámaras como testigos dentro de Despacho Oval, unas setenta órdenes presidenciales, como el despido de todos los fiscales de la era Biden; el indulto a sus seguidores que participaron en el asalto al Capitolio; la prohibición de competir a personas transgénero en deportes femeninos o a recibir tratamiento de transición de género a menores de 19 años; además de promover un giro radical en las políticas medioambientales, basado en ignorar el cambio climático e impulsar la extracción de petróleo y gas.