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Hablamos de la situación de los miles de migrantes que siguen en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Conectamos con nuestro enviado especial a la zona, Fernando Martínez, que nos cuenta cómo están las cosas y sus sensaciones en una frontera completamente blindada y militarizada. Nuestro compañero Guillaume Bontoux habla con Franak Viacorka, mano derecha de la líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanoskaya. Además conocemos con María Gámez cómo la UE intenta frenar los vuelos desde varios países de Oriente Próximo a Bielorrusia. También recordamos la figura del expresidente de Sudáfrica Fredrik Willem de Klerk, fallecido esta semana.

Radio Nacional ha podido confirmar la existencia de redes de vuelos que trasladan a grupos de migrantes que, con un visado de turista, pueden llegar hasta Minsk con la esperanza de entrar en la Unión Europea. Nuestra corresponsal en Oriente Próximo, María Gámez, ha hablado con algunos de los migrantes que se embarcan en este viaje y con quienes intentan ayudarles. "Nuestra situación era difícil en Irak y he venido aquí. Pero esto es peor", cuenta uno. "Yo soy kurdo", dice otro migrante. Una de las activistas polacas que les ayudan nos ha contado que estas personas vienen de países de Oriente Medio: Irak, Irán, Siria, Líbano, Turquía, Yemen o Egipto. Pagan hasta varios miles de dólares a compañías turísticas que organizan un vuelo y les tramitan un visado, individual o en grupo. Visados que, en muchos casos, tramitan también las embajadas o los consulados bielorrusos. "Las autoridades bielorrusas están organizando vuelos charter desde sus países hasta Minsk", denuncia desde la ONG 'Voces desde Bielorrusia'. Cuando llegan a Minsk, muchos se lo toman como si estuvieran de vacaciones y compran lo necesario, el siguiente paso es llegar al bosque en la frontera con Polonia. Algunos caminan entre 10 y 7 días, otros pueden permitirse un taxi. Allí, muchos han sido despojados de toda su ropa, dinero y posesiones, además de haber sido brutalmente golpeados. Su destino final no es Polonia, algunos quieren llegar a Alemania: para ello les piden otros 2.000 dólares más.

Esta ha sido la quinta noche bajo cero para las miles de personas que se agolpan en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Ninguno de los dos países permiten que las ONG o la prensa entre donde están los inmigrantes y son ellos los que proporcionan la mayoría de información. Bielorrusia publica videos donde se ve a personas heridas por la fuerza del ejército polaco. Varsovia acusa a Minsk de estar haciendo propaganda con niños. Para completar la tensión, el presidente bielorruso ha recordado que es un suministrador de gas y amenaza con cortar el grifo. Informa el enviado especial de RNE,  Fernando Martínez.

Miles de migrantes siguen en la frontera entre Polonia y Bielorrusia mientras aumenta la tensión entre la UE y Minsk. Hablamos sobre las propuestas europeas para afrontar las nuevas amenazas, como las guerra híbridas, con Félix de Arteaga, Investigador Principal del Real Instituto Elcano y profesor del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la UNED. Recordamos la figura del expresidente de Sudáfrica Fredrik Willem de Klerk, analizamos cómo está la situación en Etiopía de la mano de Amnistía Internacional y también cómo se mantiene el proceso judicial abierto contra el expresidente de Colombia Álvaro Uribe tras el fallo de la Corte Constitucional.

Hablamos sobre los retos de seguridad y defensa de la UE, con el telón de fondo de lo que está ocurriendo en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, con Félix de Arteaga, Investigador Principal del Real Instituto Elcano y profesor del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la UNED.

Miles de migrantes, entre ellos familias enteras con niños, se amontonan en una franja de terreno de la región de Grodno, en Bielorrusia, junto a la valla fronteriza con Polonia, escenario del pulso entre el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko y la Unión Europea

Estos días atrás, las autoridades polacas cuantificaron entre 2.000 y 4.000 el número de personas concentradas frente al paso fronterizo de Kuznica. Sin embargo, este jueves eran unas 800, por lo que creen que algunos se han dispersado a lo largo de la valla, informa Miguel Ángel García, enviado especial de TVE a la cercana localidad polaca de Byalistok.

Bielorrusia afirma que en total son unas 4.000 personas, pero Polonia calcula que puede haber entre 12.000 y 15.000 migrantes intentando cruzar la frontera entre ambos países, 350 kilómetros que en su mayor parte siguen el cauce del río Swislocz.

Si alguno de ellos consigue cruzar al lado polaco, los soldados y policías allí apostados (unos 15.000 efectivosles devuelven "en caliente", incumpliendo el convenio de Berlín que establece que tienen derecho a solicitar asilo. A comienzos de semana, cuando la vigilancia no era tan férrea, algunos consiguieron pasar.

Foto: EFE/EPA/LEONID SCHEGLOV/BELTA

Hablamos con Blanca Garcés-Mascareñas, investigadora del Barcelona Centre for International Affairs (CIBOD), de la crisis humanitaria entre Bielorrusia y Polonia. Asegura Garcés-Mascareñas que ha sido la propia Unión Europea la primera responsable de este uso de las crisis migratorias como arma política por parte de los diferentes gobiernos.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, niega que la UE haya pedido a España alargar el periodo de cálculo de las pensiones y dice que se está haciendo una mala lectura del informe enviado por nuestro país. Escrivá, que habla de una “serpiente de verano que puso en marcha Pablo Iglesias” explica en RNE: “Bruselas no nos pide nada. Nosotros, en satisfacción de una de las demandas del Pacto de Toledo que plantea que tengamos en cuenta las nuevas realidades del mercado de trabajo, donde los últimos años no son los mejores, estamos trabajando en un sistema más equitativo”. Según Escrivá, el análisis de los últimos diez años del mercado de trabajo obliga a cambiar parte del modelo: “Antes el sistema era más lineal y ahora no es así. Los últimos años no son siempre los mejores. Tenemos que hacer un sistema más equitativo y para eso hay que analizar las carreras profesionales. En algunos casos, se contemplará el periodo de cálculo de la base reguladora, pero avanzamos hacia un modelo en el que uno pueda elegir sus mejores años”. Escrivá dice que no hay nada nuevo y descarta que esto vaya a provocar debate o problemas en el seno de la coalición de Gobierno: “No me preocupa nada este asunto. Es un tema razonable”. Desvincula además este debate con el de la sostenibilidad del sistema: “El periodo de cálculo no tiene que ver con la sostenibilidad, sino con la equidad”. Concluye que, aunque no quiere adelantar demasiado, habrá novedades en breve sobre la negociación con los agentes sociales.

Unos dos mil migrantes venidos de Oriente Medio, entre ellos familias enteras con niños, se agolpan desde hace días al otro lado de la valla fronteriza, coronada con concertinas, que separa Polonia de Bielorrusia. Las fuerzas de seguridad polacas, en un despliegue con 15.000 efectivos y que incluye al Ejército, les impiden saltar la valla y entrar en su territorio, que es también el de la Unión Europea.

Varsovia y Bruselas acusan al régimen del presidente bielorruso Alexander Lukashenko de haber orquestado esta crisis y de usar a los migrantes como carne de cañón en su enfrentamiento con la UE, que ha impuesto sanciones a Minsk por las últimas elecciones, consideradas fraudulentas, y su represión de los opositores.

Mira Milosevich-Juaristi, investigadora del Real Instituto Elcano (RIE), asegura que Lukashenko usa a los migrantes para destabilizar la UE. Bruselas no puede premiar a Bielorrusia por una crisis que ella misma ha creado pactando un tratado como el que firmó en 2015 con Turquía para gestionar la migración y que no llegue a las fronteras de la UE.

En esta crisis, Rusia está respaldando a su aliado, Bielorrusia.

Foto: MINISTERIO DE DEFENSA POLACO, VÍA REUTERS

Miles de migrantes continúan atrapados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. El gobierno polaco ha militarizado la zona con unos 15000 soldados. Varsovia estudia varias medidas, como el cierre total de la frontera o convocar a los miembros de la OTAN. Mientras tanto, prosiguen las amenazas del presidente bielorruso, Lukashenko, que amaga con cortar el gas a Europa si se imponen más sanciones.

InformanGabriel Herrero y María Carou.

La UE seguirá tomando medidas contra el régimen de Lukashenko por lo que considera un grave ataque a sus fronteras. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, anuncia que se actuará en tres frentes: conseguir que llegue a la zona ayuda humanitaria, aprobar un paquete de sanciones a Minsk que incluya a las aerolíneas que permitieron la entrada de miles de personas y un debate en la ONU sobre lo que está pasando. Informa la corresponsal en Bruselas, María Carou.

Les contamos la situación de miles de migrantes en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Hablamos con Ruth Ferrero Turrión, profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, sobre lo que está sucediendo en esa zona de la frontera este de la Unión Europea. Viajamos hasta Glasgow para saber los detalles del borrador de un posible acuerdo para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados.

Hablamos sobre los motivos que llevan al régimen de Aleksander Lukashenko a presionar a sus vecinos europeos usando a miles de migrantes, que intentan cruzar la frontera. Para ello hablamos con Ruth Ferrero Turrión, profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid.

La UE considera la crisis entre Polonia y Bielorrusia como el ataque de un régimen autoritario para desestabilizar a las democracias vecinas. Rusia rechaza estar implicada y culpa a Bruselas de la situación por las sanciones impuestas a Bielorrusia. Según el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, los migrantes han llegado a Minsk desde varios países de Oriente Próximo, en vuelos chárter de hasta 400 pasajeros.

Hambre, frío y sed. Esa es la imagen que narran los migrantes desde de lafrontera entre Bielorrusia y Polonia, la entrada a la Unión Europea. Según Bruselas, Bielorrusa los traslada desde Oriente Próximo y principalmente desde Irak, prometiéndoles entrar en territorio europeo y utilizándoles para añadir presión a Europa, como represalia por las sanciones que aplicó contra el régimen de Lukashenko tras las cuestionadas elecciones de 2020. Los migrantes llegan a Minsk en avión y, supuestamente, medios militares bielorrusos les llevan a la frontera de Lituania, Letonia y Polonia.

FOTO: REUTERS / BELTA