Una autopsia independiente ha afirmado que el afroamericano Andrew Brown murió por un disparo de un agente de Policía en la nuca. La muerte de Brown se produjo hace una semana cuando un grupo de policías de Carolina del Norte cumplía una orden de busca y captura por un delito de drogas. Pasó en menos de 30 segundos y las cámaras corporales de los agentes son confusas. Al menos siete agentes han sido suspendidos temporalmente de sus funciones.
En Alameda, California, también han sido suspendidos varios agentes después de que detuvieran a Mario González, quien, al parecer, estaba bajo los efectos del alcohol en un parque. Los agentes le esposaron y uno de ellos le inmoviliza en el suelo con su rodilla en la espalda. Alrededor de cinco minutos después, falleció. La Policía afirmó inicialmente que González habría sufrido una emergencia médica, igual que en el caso de George Floyd.
Estados Unidos acoge este lunes los alegatos finales del caso contra el expolicía Derek Chauvin por la muerte de George Floyd. Tras las argumentaciones finales está previsto que el jurado se aísle a deliberar en un caso que desató el año pasado lo que algunos describen como la mayor ola de protestas de la historia de Estados Unidos. Mineápolis y otras ciudades han blindado su seguridad a la espera del veredicto.
Un vídeo de la Policía de Chicago muestra como un agente dispara mortalmente a Adam Toledo, de 13 años, cuando el niño tenía las manos en alto durante una persecución en el barrio hispano de La Villita el pasado 29 de marzo. Según las imágenes, el adolescente tenía los brazos levantados cuando se da la vuelta y encara al agente que lo perseguía, según se ve en el vídeo grabado por una cámara policial.
En Mineápolis se ha registrado una nueva noche de protestas por la muerte de Daunte Wright, un afroamericano de 20 años, durante una detención policial. Alrededor de 40 personas fueron arrestadas, la mayoría por no respetar el toque de queda impuesto. La Policía habla de un disparo accidental con resultado trágico, porque la intención era usar la pistola eléctrica. El alcalde de Brooklyn Center, el suburbio donde murió el joven, asegura que se hará justicia, pero el caso ha reavivado las tensiones raciales.
En EE.UU. la violencia policial es algo que por desgracia se vive todos los días. Según una estadística oficial se han registrado 213 tiroteos en lo que va de año en manos de agentes. De las víctimas, 30 eran afroamericanos, el resto de otras razas. Pero el movimiento Black Lives Matter es el más activo. Han denunciado casos que han removido conciencias, como el de George Floyd. Otro caso que también impactó mucho fue el de Breonna Taylor, que recibió ocho tiros mortales cuando la policía entró en su vivienda sin orden de registro. Las protestas para exigir justicia se extendieron por todo el país. Son los nombres más emblemáticos, pero hay muchos más.
Daunte Wright, ha muerto al recibir un disparo por parte de la policía durante un control de tráfico en Mineápolis, Estados Unidos, de manera "accidental".
Los hechos han ocurrido a 15 kilómetros de donde se celebra el juicio contra el policía acusado de matar por asfixia a George Floyd y que esta semana en cara la recta final de su celebración lo que ha provocado que la tensión aumente aún más en la zona.
En Estados Unidos, un vídeo ha mostrado la polémica actuación de dos agentes de policía. Apuntaron con un arma y rociaron con gas pimienta al conductor de un vehículo que resultó ser un teniente del ejército afroamericano de origen hispano, quien ha denunciado le amenazaron con arruinar su carrera si desvelaba lo sucedido. Foto: Windsor Police/REUTERS