El reencuentro del fútbol, narrado desde desangeladas cabinas y estudios donde se ha impuesto el control de aforo y el olor a hidroalcohol. Un partido que empezó con silencio y que continuó con silencio, con tanto silencio -en la grada- que pudimos escuchar de boca de entrenadores y jugadores las mismas palabras que en un partido de juveniles o de preferente.
Gradas vacías con unos pocos asientos para informadores gráficos, llegada de los equipos en cuatro autobuses, sin saludos y con distancia en bares y peñas, esas son las imágenes que ha dejado el Sevilla - Betis estrenando la nueva normalidad en el fútbol.
